Vieja terminal: entre la destrucción total y a merced de los ocupantes, crece la preocupación de vecinos
El martes por la mañana hubo un llamado a bomberos y a policía por la presencia de humo en el edificio abandonado y de propiedad municipal. Es una manzana estratégica y en pleno centro de la ciudad que resulta peligrosa para el barrio.
A más de un año del traslado de la terminal de ómnibus de la que participaron los nuevos dueños, las autoridades municipales y hasta el Ministro Giuliano, el edificio emplazado en la manzana delimitada por las calles Uruguay, Oliveira Cézar, Gomendio y San Martín, está destrozado.
Vidrios, aberturas y hasta sanitarios fueron arrasados productos del descuido, la falta de vigilancia y los vándalos. Esta semana también detectaron que las placas de los monumentos ya no están en su lugar.
Esta mañana un llamado a los Bomberos Voluntarios alertó sobre la presencia de humo que salía del edificio. Una de las conjeturas apuna a la permanecia de personas durante la noche que para resguardarse del frío prenden fuego.
“Yo ví a tres personas”, señaló una vecina que ve a diario quienes ingresan al inmueble abandonado.
Según reportó el vecino que envió la foto, los Bomberos dieron aviso a la policía. En minutos llegaron los efectivos de recorrida, pero no hubo intervención ni registro de ocupantes.
La preocupación de los vecinos está ligada al peligro que representa ese refugio al alcance de cualquier transeúnte y a merced de la inseguridad que representa no poder controlar el fuego.
"Sabemos que hace frío y que las personas buscan calefaccionarse, pero si el fuego se descontrola, puede haber una desgracia", indicó Guillermo, preocupado porque en el momento en que advirtió el humo, sólo atinó a llamar a los Bomberos.
Los vecinos reclaman a diario que se refuerce la seguridad y se devuelva la iluminación a esa cuadra en la que también conviven dos plazoletas. Los destinos que se habían trazado para el lugar nunca se concretaron, ni siquiera la solicitud del Conservatorio de Música o el Centro Universitario Regional.
Hasta su cierre, la sede de la DDI funcionó en el piso superior donde pusieron en marcha un pequeño hotel de pasajeros durante los primeros años posteriores a la inauguración en la década de 1980.
La estructura es fuerte y los espacios de oficina podrían traer solución a los alquileres que abona el municipio para albergar a las distintas áreas.
En cuanto a la nueva terminal, ya no es un secreto que sus condiciones de higiene, los horarios y el desamparo para los pasajeros, es una constante que compromete al Gobierno municipal que aprobó su funcionamiento.
El jueves, los concejales del oficialismo rechazaron un proyecto de la oposición para solicitar un operartivo de limpieza y medios eficaces para evitar el deterioro de las instalaciones, así como la permanencia de personal de seguridad.
Puede interesarte
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión