Última semana de vacaciones: los concejales, ¿no conversan ni entre ellos?
El viernes 1 de marzo comienza el período de sesiones ordinarias. En dos días, tres bloques opositores presentaron proyectos de resolución sobre el mismo tema, que el Municipio resolvió antes de que los expedientes se traten.
El Concejo Deliberante es la casa de la democracia, el espacio por excelencia para el diálogo entre los actores políticos de una ciudad. Sus integrantes son representantes del pueblo, con quien se supone que mantienen contacto permanente para llevar las problemáticas de la comunidad al recinto donde se dan los debates que importan a la población.
Se espera que conversen con la gente, con las organizaciones de la sociedad civil y, aunque más no sea, entre ellos.
En los últimos días, tres bloques de concejales presentaron proyectos similares. Los tres son opositores. Al menos dos firmaron algunos expedientes en conjunto y hasta pidieron una sesión extraordinaria por el conflicto en las 84 viviendas, en cuyo territorio no se los vio de recorrida.
Por cierto, hasta ahora la única sesión extraordinaria que hubo duró exactos 58 segundos, participaron sólo 15 de los 18 concejales y fue para dar ingreso formal al aumento de boleto que Vercelli pidió para pagar los sueldos a los empleados y que se levantara el paro que dejó cinco días sin servicio a las localidades.
Amerita una pregunta: los concejales, ¿no conversan entre ellos?
Hace poco el bloque de la Unión Cívica Radical presentó un pedido de informe porque recibieron "comentarios de preocupación y queja de los vecinos" por los mosquitos. Días después, el excandidato a intendente Ariel Rey, por cuyo resultado electoral Paola Basso renovó a mitad de camino su banca, pidió por lo mismo.
El lunes, el concejal Martín Rivas presentó dos proyectos relacionados con la vieja Terminal de Ómnibus, que no funciona como tal y está abandonada desde hace casi un año, por lo que desde entonces es objeto de vandalismo, refugio de personas en situación de calle, escenario de incendios y robos.
Por un lado, Rivas elevó un proyecto de ordenanza para que ese edificio sea sede del Conservatorio y cuya redacción, en caso de que el resto de los ediles quisieran darle curso, deberá ser mejorada en materia de técnica legislativa para que el objetivo del edil de contribuir con la educación superior artística local pueda avanzar.
Por el otro, pidió "guardia permanente" en el edificio y un vallado perimetral desde la plaza, "conformando un rectángulo que incluya la calle de entrada y hangares (SIC) existentes". ¿Habrá querido decir dársenas?
Los radicales, bloque que preside Paola Basso, compañera de lista de Rivas pero concejala con dos años previos y antes subsecretaria Legal y Técnica a cargo de la Dirección de Personal del Gobierno de Salazar cuando pertenecía a Cambiemos, también elevaron un proyecto similar. ¿No conversan entre ellos?
El proyecto de la UCR dice que "en el mes de noviembre de 2023 se produjo la mudanza de la Terminal de Ómnibus". ¿Noviembre? El ministro de Transporte inauguró el 10 de marzo pasado la sede en 11 de Septiembre y Lucio Mansilla.
Incluso en septiembre, Basso, Binnimellis y Pisani, tres de los cuatro miembros de ese bloque, levantaron la mano para aprobar un proyecto de resolución para exigirle al Gobierno que haga cumplir la normativa a los titulares, por la mugre, la falta de iluminación y otros reclamos de usuarios.
El proyecto de los radicales recoge la iniciativa ciudadana que llegó vía nota al Concejo y que además de solicitar seguridad y reacondicionamiento del edificio, propone sus instalaciones para alojar dependencias municipales que funcionan en inmuebles alquilados.
Vanina Cappelletti, concejala de uno de los tres monobloques que no respetan el reglamento vigente, denominado Juntos PRO, y que vota todos los expedientes en consonancia con el oficialismo, hizo lo mismo: tomó esa nota de particulares y la convirtió en proyecto de resolución. Al menos tuvo la deferencia de no arrogarse como propia la iniciativa y citó el expediente ciudadano.
Pero, ¿los concejales no conversan entre ellos?
¿No se ven a diario en los pasillos del Concejo Deliberante, en las reuniones de comisión? ¿A nadie se le ocurrió usar el grupo de WhatsApp del que participan todos para consultar sobre el tema? ¿Quedó atrás aquella época en la que se firmaban proyectos en conjunto, incluso entre oficialismo y oposición?
La nota de vecinos fue remitida al Concejo Deliberante y también al intendente el viernes 16 de febrero pasado. Los proyectos de los concejales llegaron lunes 20 y martes 21, por lo que todavía no tuvieron ingreso formal en sesión para su tratamiento.
El primer día de la semana, el sindicato de la Uocra trabajó en el lugar para disponer rejas en rejas y ventanas como respuesta al reclamo firmado por más de 100 vecinos y vecinas.
Entre los que estaban trabajando se encontraba el concejal del bloque Unión por la Patria Cristian Leguizamón, quien fue el nexo entre la Uocra y el Ejecutivo para una tarea sobre la que, por cierto, se desconoce instrumento administrativo que haya autorizado a un particular, el gremio de la construcción, a poner las manos en patrimonio público.
De verdad, concejales: ¿no conversan entre ustedes?
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