Tokio 2020: hinchada de lujo en Las Canaletas para Brenda Rojas en su debut en los Juegos Olímpicos
Familiares y amigos se reunieron en la casa de su mamá, Patricia, a mirar por televisión las regatas de la joven de 25 años que en las primeras horas de este lunes compitió en K1 200 metros y llegó a cuartos de final.
San Pedro vivió con entusiasmo el debut de Brenda Rojas en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y el epicentro de la algarabía fue su propia casa en el barrio Las Canaletas donde familiares y amigos se juntaron el domingo por la noche a observar sus regatas en K1 200 metros en la mañana del lunes de Japón.
Su mamá, Patricia, ofició de anfitriona y reconoció a La Opinión que lo vivió “con muchos nervios”, como todos los presentes en la vivienda de calle San Lorenzo, frente al río Paraná donde su hija aprendió a remar y se esforzó para hacer historia en el deporte local.
Alrededor de 20 personas se juntaron en lo de Brenda y le pusieron color con la bandera de Argentina, afiches y globos celeste y blanco. No faltaron sus hermanas y sobrinos, parte fundamental en su carrera deportiva para sostenerla en los momentos de zozobra, quienes pintaron sus caras para alentarla desde miles de kilómetros.
Brenda quedó eliminada en cuartos de final porque se ubicó sexta en la regata. Un rato antes, ocupó el mismo lugar en la tercera serie en el Canal del Bosque de Mar y, tras sus dos presentaciones, aseguró: “Dejé todo en esos 200 metros”.
“No alcanzó para llegar a semifinales, pero me quedo tranquila porque dejé todo en la pista. El resultado es un número, después analizaremos qué mejorar”, analizó en diálogo con este medio de comunicación la joven atleta de 25 años surgida de la escuela de canotaje de Las Canaletas cuyo objetivo era acceder la final A por medallas.
Con su incursión en aguas niponas se convirtió en la única palista de Argentina en competir en dos citas olímpicas porque anteriormente estuvo en Río 2016, donde fue 13ª en K4 500 metros junto a Magdalena Garro, Sabrina Ameghino y Alexandra Keresztesi.
Rojas volverá a remar en Tokio 2020 el martes por la noche de San Pedro y miércoles en la mañana de Japón en K1 500 metros, prueba a la que no se clasificó pero puede participar sí haberlo hecho en K1 200.
La deportista estará en la segunda serie de la especialidad que se desarrollará el 4 de agosto a las 10.47 de Japón, es decir el día 3 a las 22.47 de Argentina, y enfrentará a la eslovena Anja Osterman, la kazaja Natalya Sergeyeva, la bielorrusa Volha Khudzenka, la italiana Francesca Genzo y la ucraniana Yuliia Yuriichuk.
Si queda entre las tres primeras pasará directamente a semifinales mientras que si llega entre cuarta y séptima irá a cuartos de final. En total competirán 41 atletas de todo el mundo y ella recibirá, otra vez desde miles de kilómetros, el empuje de su ciudad natal encabezado por sus familiares y amigo en el corazón del barrio que la identifica y donde es profeta.
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