Rainbowex: cómo cayó Adriana en la trampa de "la China" con 1600 euros en Italia
La plataforma, de características sorprendentemente similares a RainbowEx, desapareció en junio. "Esto nos pasó a nosotras, pero quiero que la gente sepa que es un fraude", expresó la damnificada desde Ancona, tras relatar cómo se aprovecharon de su ingenuidad.
Adriana, una sampedrina residente en Italia, contó durante el programa Sin Galera cómo fue víctima de una estafa piramidal a través de una plataforma de características muy similares a RainbowEx.
Según relató, todo comenzó cuando su hija conoció un chico de origen chino a través de las redes sociales. A poco de conocerse esta persona comienza a mostrarle las supuestas oportunidades económicas de invertir en esta plataforma.
Su hija, atraída por la promesa de altas ganancias y bajo la “orientación” de esta persona, le propuso a su madre invertir en el sistema.
“Empezamos a invertir porque mi hija conoció a un chico chino en redes, y ella decía que le gustaba y que le iba muy bien en esta plataforma.”
Fue así que Adriana decidió sumarse a la “inversión” junto a su otra hija. “Nosotras empezamos con 1.000 euros y luego seguimos poniendo más porque él decía que ganaba mucho y que solo había que dejar el dinero.”
Según contó, al igual que ocurría con el esquema sampedrino había una “guía” (también de origen chino) que daba las instrucciones diarias respecto de “a que jugarle”según sus propias palabras.
Sin embargo, Adriana y su hija comenzaron a tener problemas recurrentes con la plataforma. Cada vez que intentaban retirar el dinero, aparecían nuevos cargos que impedían concretar el retiro. “Quisimos sacar la plata, pero siempre surgía una excusa para que pusiéramos más”, relató Adriana durante la entrevista.
“Cuando quisimos sacar la plata, siempre había que poner más para poder retirarla. Primero fueron 350 euros, después otros 200, y así.”
Finalmente, la plataforma desapareció, y Adriana y su familia quedaron sin posibilidad de recuperar su dinero. “Al final, entre mi hija y yo habíamos puesto 1.600 euros. Veíamos que en la pantalla figuraban 50.000 dólares, pero nunca pudimos sacar nada.”
Consultada respecto a cuál fue el impacto emocional y familiar de haber sido estafadas, Adriana contó que en primera instancia su hija y ella debieron asumir que habían sido engañadas. “Como familia lo superamos porque lo tomamos con humor. Sabemos que la plata se perdió, pero el afecto sigue.” dijo.
Para terminar Adriana contó que su unico consuelo es no haber aceptado participar de la politica de “referidos”: Esto nos pasó a nosotras, pero quiero que la gente sepa que es un fraude. Nosotras no arrastramos a nadie más, y menos mal, porque no queremos que otros pasen por esto" explicó. "Gracias a Dios que no le dijimos a ningún conocido" finalizó.
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