Muerte de Yael: su marido detalló paso por paso cómo fue la atención médica y espera respuestas de la Justicia
Maximiliano, pareja durante más de 20 años de Yael, recibió a La Opinión & Sin Galera en su casa. Tras la marcha para pedir justicia, repasó cómo sucedieron los hechos tras el primer día de internación y hasta que falleció en el Hospital. "Queremos justicia para que pueda descansar en paz", señaló.
Luego de la marcha que familiares y amigos de Yael Rodríguez encabezaron para pedir justicia por su muerte, el marido de la mujer que murió tras una operación de ligamento de trompas de Falopio en el Hospital recibió a La Opinión & Sin Galera en su casa.
Maximiliano, acompañado de su hermana, Carla, contó paso por paso cómo fue la atención médica desde que Yael ingresó para la intervención quirúrgica que tenía programada y que derivó en una septicemia que le costó la vida.
Maximiliano contó que la fecha de operación estaba programada tras unos estudios. "La internan el 21 a las 11.00 de la mañana y el 22 la operan. Era una operación sencilla y el plan era darle el alta a la tarde, pero le dieron un té y les dijo que no se sentía bien, que no le den el alta", contó Maximiliano.
"Si en ese momento, para asegurarse, le hacen una ecografía, un análisis, la agarran", aseguró.
Como no se sentía bien, recién le dieron el alta el jueves. Ya en la casa, seguía quejándose, por lo que el marido la llevó a la Guardia de Ginecología. "La dejaron un rato, pero volvimos a casa. Le dieron calmantes", relató.
El viernes, Yael acompañó a Maximiliano al centro de salud Las Canaletas, donde él va habitualmente a tomarse la presión. Ella también se la tomó y estaba muy baja, por eso la atendió el médico que estaba en la salita.
"La vio hinchada y le hizo una orden urgente de ecografía y otra para una placa. Me dijo que la lleve a la Guardia ya, así que volamos, no lo dudamos", contó Maximiliano.
Ya en la Guardia de Ginecología, a los pocos minutos de que ingresara, le informaron al marido que Yael quedaba internada. Tenía las órdenes médicas que solicitaba con urgencia una placa y una ecografía.
Habían llegado al mediodía, pero el médico del servicio pasó a verla recién alrededor de las 19.00. Le dijo que iba a ver los análisis, pero ella no tenía ningún estudio practicado. En todas esas horas, nadie se había hecho eco de las órdenes de urgencia que tenía en la mochila.
"Ese día le dijeron que no tenían para hacer ecografía, que les faltaba no sé qué", contó Maximiliano.
Sin haberle practicado los estudios urgentes que prescribió el médico del centro de salud, le dieron el alta. "Ya tenía la panza hinchada, parecía una embarazada", dijo su marido. Era el viernes a la noche.
Yael pasó todo el sábado dolorida y quejándose, pero con la esperanza de que pronto le pasaría el dolor, gracias a los calmantes que le dieron. El domingo, cuando caía la tarde, tenía fiebre y su marido la llevó a la Guardia de Ginecología, otra vez.
Yael era madre de dos hijos, uno de 19 y otro de 7. El pequeño los había acompañado el domingo al Hospital, por lo que Maximiliano dejó a su esposa en la Guardia de Ginecología y se fue a lo de su mamá a llevar al nene. Cuando regresó, ya le habían practicado una serie de estudios. Había que operarla.
"Llamaron al cirujano que estaba de guardia, que llegó enseguida, ni lo dudó. El médico y el cirujano se acercaron a decirnos que había que operarla, que podía haber riesgo de que tuviera alguna perforación. La operaron en el momento, enseguida", contó. Eran cerca de las diez de la noche.
Después de la operación, alrededor de las 2.00 de la mañana, le dieron el parte. Le informaron que "le sacaron dos litros de pus" y que "tenía perforado el intestino". Yael quedaba en terapia intensiva y había que esperar, porque no estaba fuera de peligro.
"Sobrevivió hasta el lunes al atardecer. Aguantó porque era joven y sana", consideró Maximiliano.
Al otro día, la médica que la practicó la primera operación y una a la que la familia apunta en su denuncia por presunta mala praxis, habló con ellos en el Hospital.
Les dijo, contó Maximiliano, que "hay un momento de la operación en el que meten un aguja y que no tienen forma de mirar, que es el único momento que no ven, porque eso va con una cámara".
Yael falleció el lunes por la tarde. Su marido radicó la denuncia, que recayó en la Fiscalía 11. Con Viviana Ramos de licencia, la causa fue subrogada por el fiscal de Baradero Hernán Granda, que ordenó la autopsia de rigor, que confirmó la septicemia.
Ahora, la causa sigue su curso y restan una serie de diligencias relacionadas con la investigación que procurará establecer si caben responsabilidades penales en la muerte de Yael y, si así es, a quiénes corresponde.
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