Mientras avanza la causa en su contra, Gonzalo Ávila sigue con su fábula de multimillonario

La fiscala María del Valle Viviani espera elementos probatorios para llevar a juicio a Gonzalo Ávila, el acusado de abusar de un adolescente en el hotel Eser, quien permanece en libertad mientras avanza el proceso judicial.

Fiscalía sostendrá en su contra la acusación de abuso sexual con acceso carnal, a pesar de que su defensa logró que el juez rechace el pedido de prisión preventiva con las pruebas obrantes en el expediente.

La asesoría pericial debe remitir a la Justicia los resultados de la pericia psicológica sobre el imputado, quien sostiene desde hace años una fábula ante quien quiera escucharlo, relacionada con un poder económico que asegura tener.

En los últimos meses, sus “aventuras” siguieron, tras lograr la excarcelación. En Rosario, por ejemplo, se lo vio varias veces en la noche, con amigos y con sus relatos de padre juez y madre senadora, mentiras que una investigación de La Opinión descubrió.

Para alquilar en Rosario utiliza la plataforma Airbnb, donde tiene su perfil verificado y buenas referencias. Suele salir los fines de semana y adonde va dice que llega en avión, aunque luego los horarios no coinciden con vuelos disponibles.

Paga en tiempo y forma, y en algunos casos intentó eludir la plataforma Airbnb para alquilar directamente con los propietarios. Cuando le pregunta, responde como siempre: que es socio de una empresa multinacional petrolera.

Gonzálo Ávila, que se jactaba de ser amigo y hablar por teléfono en público con el expresidente Mauricio Macri, es oriundo de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría en el conurbano, hijo de un cocinero de restaurantes y de una empleada doméstica.

En su ciudad de origen también fue denunciado por “abuso “pedófilo” y “abusador” tras mantener una relación con un menor de edad, algo prohibido por la legislación vigente y que constituye un delito.