En enero del 2020 el intendente, Cecilio Salazar, tuvo que pedir licencia tras sufrir una doble fractura de peroné y su hijo Ramón, primero en la línea sucesoria, asumió al frente del Municipio.
La situación coincidió con nombramientos para el segundo mandato tras ganar las elecciones en 2019: Walter Sánchez, Laura Monfasani y José Franchini para reemplazar a Karina Chiarella en Desarrollo Humano; Luis Caramún en lugar de Ángel Burgos en Tránsito, con Luciano Arias en el cargo que tenía Juan Almada, que pasó a planta temporaria.
Además, Jorge Mc Inerny se convirtió en delegado de Santa Lucía por Caramún; Luciano Juhant en director de Educación; y la concejala Verónica López, de licencia indefinida desde que la descubrieron “enganchada” de la luz, ahora es empleada municipal en un centro de salud.
Por último, en el primer mes del 2020 se desalojó a la Policía Comunal del predio que se le alquilaba por falta de pago y un privado le construyó una sede; explotó el escándalo de la balanza tras el robo a una empleada de más de 400 mil pesos; y la obra social de Joaquín fue demandada a cubrir su tratamiento con cannabis medicinal.