39 MILLONES: Es “un deber moral” que la política ajuste, le dijo el Centro de Comercio a los Concejales por sus sueldos
En la carta, la entidad "rechaza enfáticamente" el presupuesto del Concejo que fija el máximo previsto por ley como dieta de los ediles. Recuerdan además las "falecias de larga data" que padecen los sampedrinos por falta de desarrollo estratégico en temas que deberían ser abordados por los representantes del pueblo. Insiten en que el sector privado ya ha hecho ese ajuste con "notable sacrificio".
Tal como lo adelantó el Secretario del Centro de Comercio e Industria, Néstor Casal, en el programa Sin Galera se firmó anoche una carta dirigida a la Presidenta del Concejo Deliberante en la que manifiestan su rechazo al presupuesto que fija en $ 39.778.148,20 el monto para el ejercicio 2020 y que está compuesto por el máximo de tres sueldos y medio de un empleado municipal para los 18 integrantes del cuerpo.
Tras el saludo, el primer párrafo de la carta que recibió el HCD, no deja dudas: …"manifestarle nuestro enfático rechazo al presupuesto elevado por ese Cuerpo para el próximo año" y de allí en más, la descripción lisa y llana de lo que se vive en el sector privado que es el que sostiene con sus ingresos el funcionamiento de la administración pública. "No escapará a ese Concejo la muy difícil situaciónsocio económica de nuestro Partido, que afecta en mayor o menor medida a todas las actividades industriales, comerciales y productivas, con la inevitable secuela de paralización de labores, cierres de locales comerciales, despidos; y cuyo impacto en la población es sumamente grave y preocupante", dicen ante la evidente crisis cuyas consecuencias se viven a diario.
Luego fundamentan con una larga lista de falencias y los temas pendientes que no forman parte de la agenda del Concejo: "Tampoco será ajeno a la consideración de los Sres.Concejales las falencias de larga data que padecemos los sampedrinos en materia de desarrollo estratégico para fomentar la llegada de inversiones productivas (adecuada provisión de energía eléctrica para la radicación industrial, de gas natural, zonificación, entre otros); ambientales (basural a cielo abierto, falta de una planta de tratamiento de desagües cloacales, entre otros); de capacitación de los cientos de jóvenes que año a año deberían incorporarse al mercado laboral; solo por mencionar algunos temas centrales; cuestiones que hacen a la calidad de vida y que, reiteradamente, no pueden ser atendidas por falta de recursos económicos públicos, a pesar de los fuertes incrementos en las tasas provinciales, municipales, servicios públicos, entre otras variables incrementales registrados en los últimos años".
El reclamo que llega en tiempos en los que no hubo ni hay disidencias entre oficialismo y oposición respecto a la percepción de esos ingresos que están asignados a modos de "indemnización" para el tiempo que puedan distraer de sus actividades particulares, culmina con una apelación al "deber moral".
"Es por ello que, en las actuales circunstancias entendemos que es prioritario y “un deber moral” que la política, en todos sus estamentos, ajuste sus presupuestos de manera ejemplar, al igual que nuestros representados lo viene haciendo con un espíritu de sacrificio notable".
En su edición 737 de 2016, La Opinión ya refería al porcentual que representa en el total del presupuesto el dinero destinado a las remunieraciónes.