Tras ser condenado por violencia de género, Hugo Cejas pidió licencia en la Liga Sampedrina
En la reunión que se realizó este lunes en el salón Pedro Barri el presidente solicitó apartarse del cargo hasta tanto la Justicia resuelva su apelación. La máxima autoridad pasó a ser Andrés Sánchez.
El presidente de la Liga Sampedrina (LDS), Hugo Cejas, tomó la decisión que unos pocos clubes esperaban luego de que La Opinión y Sin Galera dio a conocer que en marzo fue condenado por violencia de género: pidió licencia hasta tanto la Justicia se expida sobre su apelación.
Fue en la reunión de delegados y presidentes que se llevó a cabo este lunes por la noche en el salón Pedro Barri en la que la máxima autoridad informó su determinación aun cuando había entidades que querían que de un paso al costado definitivamente.
En ese contexto, encabezó su último encuentro en la mesa principal de la entidad que tiene su sede en Bartolomé Mitre y Fray Cayetano Rodríguez, al menos hasta, en caso de que lo haga, regrese al puesto que los propios afiliados le confiaron en tres ocasiones, en 2018 incluso con elecciones frente a Carlos García.
Desde el 14 de abril la máxima autoridad es Andrés Sánchez quien tiene una larga trayectoria como dirigente en el fútbol local ligado a Banfield, club en el que jugó como defensor. En la LDS, fue secretario durante la presidencia de Carlos García y en el primer período de Cejas. Sin embargo, cuando García dejó la Mesa Directiva, asumió como vice de Cejas en las elecciones de marzo de 2018.
Incluso, estuvo al mando de la institución cuando el presidente fue sancionado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por el escándalo de los tickets del Mundial de Rusia 2018. Cejas expresó en diferentes medios radiales que la LDS no estuvo vinculada a la venta de entradas a pesar de que aparecieron tickets con su nombre. En aquella ocasión, plantear la verdad le costó una sanción.
En el mundo del fútbol sampedrino nadie estaba al tanto de la situación judicial de Cejas y muchos se sorprendieron, sobre todo porque fue condenado, es decir, se comprobó lo que la víctima manifestó en las denuncias en su contra. Teniendo en cuenta los tiempos de la Justicia y que le resta un año de mandato, podría llegar a la próxima Asamblea General Ordinaria sin respuesta a su apelación y, en consiguiente, fuera del poder que ostenta desde hace 5 años.
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