Salud mental: suenan alarmas en la estadística de suicidio
En 9 meses de 2023 se registran 199 intentos de los cuales 15 se consumaron. Las edades marcan cada vez una edad más temprana y el sistema sanitario público tiene demanda creciente de atención.
Hasta el 30 de Septiembre la salud pública asistió a 199 personas que intentaron quitarse la vida; 32 más que en lo 12 meses de 2022. De ellos 59 son hombres y 60 mujeres y las edades marcan una preocupación constante: la mayor franja etárea se da entre los 15 y los 24 años con un total de 69 intentos, la segunda es de entre 25 a 34 años y suma 49 pero la que más sorprende es la que registran los niños de 0 a 14 años, con dos varones y 26 mujeres.
Las cifras muestran la situación de los consultorios públicos porque todos los pacientes que ingresan y son recuperados necesitan de seguimiento y tratamiento, algo que no siempre se puede ajustar a una demanda creciente si se acumulan consultas que provienen de otras patologías y enfermedades mentales incluidas las adicciones.
En cuanto a los suicidios consumados, la suma de los primeros nueve meses del año refleja 15 de los cuales 8 eran mujeres y 7 hombres. De ese total 10 eran menores de 24 años y los otros cinco de entre 24 y 34 años.
Respecto a la comparativa anual, desde que se registra la estadística en el Hospital el 2023 ya supera al año completo con mayor cantidad de víctimas de suicidio; fue en 2018 con 12 hechos consumados.
Pese a que se insiste con la exitencia de protocolos, abordajes y reuniones la contención de adolescentes y jóvenes en edad escolar es casi nula y hay muchos temores cuando el tema se profundiza.
Hace pocos días, un episodio cuyas características aún se investigan una chica de 14 años fue salvada por milagro en la Unidad de Cuidados Intensivos tras una discusión que protagonizó en el ámbito escolar. El personal docente y auxiliar teme ahora este tipo de consecuencias sin estar formado para afrontar la problemática y disponer de contención ya que la obra social que los agrupa prácticamente no dispone de profesionales y los copagos son imposibles de afrontar con un sueldo.
Las familias de las víctimas tratan de actuar en procura de una mayor visibilización y claman por cambios en la ley de salud mental porque a los casos de depresión también se suman las adicciones o los diagnósticos previos de enfermedades que requieren de lugares especializados para el tratamiento.
Asociaciones como La Madre Marcha, EmpeSares y en San Pedro el grupo “Hablemos de suicidio” están haciendo un esfuerzo para que los profesionales se sumen donando algunas horas a la asistencia pero hasta el momento no han obtenido resultados.
Esta semana, una noticia los alentó a pensar que el Hospital tendrá una sala adecuada para pacientes psiquiátricos a partir de la donación que la familia López Qués derivó a la Cooperadora para que se provea de elementos adecuados a una sala. Son familiares de una víctima de accidente de tránsito que tras cobrar el dinero del juicio decidieron que este era su mejor destino.
Aquí, qué dijeron tres de los cuatro candidatos a intendente que aceptaron responder a la periodista Lilí Berardi, sobre sus planes para abordar el área de Salud Mental.
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