La primera sorpresa para quienes organizan operativos de elecciones surgió cuando se constató que el padrón de votantes de Río Tala que habitualmente sufragan en la Escuela N° 12, comenzaban con la letra “C” en los apellidos. Desde Cáceres, Pedro a Zelaya, Milagros se quedan en la localidad. Ahora los que van de la A y hasta la C, deberán trasladarse en su mayoría a San Pedro y no hay micros más que los de los servicios habituales; sólo los punteros de los partidos políticos o un remise con costo base de 2000 pesos, podrán trasladar a quienes necesiten llegar a una escuela.
La otra curiosidad se dio en La Buena Moza: “Hola Lili soy de la Buena Moza. Hace años pedimos que abran la escuela de acá para poder votar nosotros y terminaron haciendo todo al revés, viene gente de otros lados acá y la mayoría votamos en villa Sarita“, reportó Débora quien además apuntó que “un remise sale 1700 a 2500 pesos depende, algunos se abusan”.
“Yo también quería decirte que mi marido toda la vida votó en la escuela número 10. Y hace dos años, más o menos, tres, que lo pasaron a Santa Lucía, la escuela 26. Y te imaginas que es una tragedia, porque tiene que buscar quién lo lleve. Así que hace ya un tiempo que ya no quiere votar más. Ahora igual quería votar, pero para ir hasta allá es todo un despelote. Aparte, mi marido ya tiene más de 70 años, ¿viste?. Pero él quiere seguir votando, no quiere ser ya un desperdicio en la vida. Quiere por lo menos elegir su voto y bueno, yo te digo, después de tantos años lo llevaron a Santa Lucía. Decime vos, ¿con qué necesidad? ¿Cómo hace una persona? A veces no tiene los medios para poder ir“, dijo preocupada otra mujer.
“Siempre vote en la escuela 1 y ahora me toca en Tala, mis hermanas en la San Francisco y tengo sobrinos que votan en la 1. Un bajón”, se quejó Fernando que a diferencia de los talenses debe trasladarse a ese lugar sin que aún se encuentre una lógica adecuada para lo sucedido. Este año además, se vota en el club Los Andes donde armaron dos “cuarto oscuro móvil”, con cartón corrugado en el gimnasio de la institución. Allí podrán concurrir los 1050 empadronados cuyos apellidos van desde González, Gabriel a Guilmen Justina.
Guilmen Lautaro tendrá que sufragar en la Escuela N° 6.

“Hola Lili, voté siempre en la Escuela N°4 o Socorro, y mis hermanos también. Ahora voto en La Buena Moza con mi hijo, y mis hermanos siguen en la Escuela N° 4; de no creer!”, dijo Claudio.
Ejemplos como los señalados abundan y la coordinación en los partidos políticos trabaja contra reloj para captar e interpretar las necesidades de transporte. Temen que los votantes que deban trasladarse a gran distancia desistan de ejercer su derecho a elegir. Se preguntan a quién conviene más una merma en la asistencia a las urnas.
Jimena explicó: “somos de San Pedro pero vivimos hace 12 años en el campo, cerca de Pueblo Doyle. En ese momento cambiamos domicilio los dos. Mi marido vota en Doyle, pero a mi nunca me cambiaron, tengo que ir a San Pedro”.
“Para mi mal pensamiento lo hicieron a propósito, por qué saben los XXX que van a perder, así le terminan de arruinar la vida a la gente. Son Perversos por naturaleza”, apuntó otro oyente.
“Yo votaba en Villa Sarita siempre; por la pandemia me pasaron a la Escuela 10 y ahora voto en la 10. Mis hijos que tienen el apellido del padre con la misma dirección votan en Villa Sarita y él vota en la escuela 10, la verdad no entiendo”, agregó
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