Estafas virtuales: un tema predominante en la Oficina de Defensa del Consumidor
El uso masivo de nuevas tecnologías ha facilitado tanto el acceso a servicios financieros como la proliferación de fraudes. Las denuncias relacionadas con delitos electrónicos aumentan, y la entidad trabaja para asistir a los afectados.
El vínculo entre las finanzas y la informática es un fenómeno que repercute significativamente en la Oficina de Defensa al Consumidor de nuestra ciudad.
Sabrina Utrera Montes, responsable de esta oficina, enfrenta a diario casos dentro de este amplio espectro, en los que los usuarios de redes sociales o teléfonos celulares están cada vez más expuestos a prácticas que requieren una atención rigurosa.
Las nuevas tecnologías han transformado la gestión de las finanzas personales, facilitando el acceso a información y servicios, pero también generando nuevos riesgos.
Desde hace tiempo se aconseja a los consumidores estar alerta ante posibles fraudes, que demandan intervenciones inmediatas de esta oficina.
La tarea desempeñada por Utrera Montes y su equipo es intensa, ya que deben ofrecer soluciones adecuadas dentro del marco normativo que les compete. A medida que surgen nuevas herramientas digitales y plataformas financieras, Defensa del Consumidor se mantiene informada para asesorar y proteger los derechos de los consumidores.
La situación con las entidades financieras, las billeteras virtuales, los problemas con tarjetas de crédito, los créditos, las refinanciaciones con tasas abusivas, el pago con Código QR y las denuncias por phishing constituyen algunos temas de una problemática que cada vez va en aumento.
“Existen diferentes casos, muchos relacionados con el pago de las billeteras virtuales. Una marca líder encabeza el listado de los reclamos”, contó a La Opinión la titular del organismo.
“También recibimos cuestionamientos sobre movimientos de dinero que en algunos casos no fueron realizados por el titular de la cuenta, así como deudas que las entidades crediticias transfieren a fideicomisos, lo que nos obliga a actuar como mediadores para su refinanciación”, añadió Utrera Montes.
Al respecto, destacó su sorpresa ante el grado de endeudamiento de la gente, cuyos valores superan ampliamente sus ingresos, y, al ser intimados, los intereses comienzan a tener un rol importante. “Sin embargo, se da una tendencia a alcanzar acuerdos sensatos, donde esos intereses terminan siendo razonables”, señaló.
En cuanto a los ciberataques, mencionó los casos de “phishing”, donde se utilizan correos electrónicos, mensajes de texto, llamadas telefónicas o sitios web fraudulentos para engañar a las personas y obtener datos confidenciales, descargar malware o exponerlas a ciberdelitos en expansión.
Incluso ocurren situaciones inesperadas, como personas que creen realizar una compra o venta en redes sociales cuando, en realidad, están interactuando con delincuentes que operan desde cárceles solicitando datos de cuentas personales o interviniendo en llamadas a empresas con fines similares: acceder a cuentas bancarias para vaciarlas de fondos.
Estas estafas también se realizan a través de WhatsApp, con mensajes falsos de instituciones como CoopSer o el Centro de Comercio.
Las problemáticas son diversas y, en muchos casos, han causado daños significativos.
Numerosos casos documentados muestran las consecuencias graves de estas prácticas, lo que obliga a la comunidad a estar alerta, ya que la delincuencia sigue al acecho.
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