El Gobierno no pagó horas extras, guardias médicas ni sueldos políticos
La crisis económica que atraviesa el Municipio es muy importante. Hasta el momento, el Ejecutivo no depositó el dinero de las horas extra de los empleados, que ya empezaron a reclamar a través de los sindicatos, ni las guardias de los profesionales de la salud. Funcionarios y concejales tampoco cobraron, a poco de fin de mes. Diciembre será crítico si no hay fondos extra desde Provincia.
El Gobierno de Cecilio Salazar atraviesa una crisis económico financiera que obliga a profundizar el ajuste para cumplir con el recorte de gastos que exige el gobierno provincial como requisito para garantiza recursos extra que permitan cumplir con los compromisos del último mes del año, incluidos aguinaldos.
En ese marco, el secretario de Economía Mario Sánchez Negrete ordenó una serie de medidas de "economía de guerra", que implica la baja de decretos de ayuda social con contraprestación de trabajo, suspensión de contratos y recorte en horas extra.
Hasta el momento, a una semana de fin de mes, el Ejecutivo no pudo cumplir con el pago de las horas extra de los trabajadores, las guardias de los profesionales de la salud, los sueldos de los funcionarios del gabinete ni las dietas de los concejales.
Los sindicatos peregrinaron a las oficinas de Sánchez Negrete tras recibir múltiples consultas de parte de sus afiliados por la fecha de pago de las horas extra. Ayer les dijeron que pagarían hoy, pero hoy les dijeron que sería mañana.
Así como a beneficiarios de decretos de ayuda social con contraprestación de trabajo y horas extras en todas las áreas, los recortes llegaron a los contratos. En algunos casos se habla de que no habrá renovación; en otros, ya les avisaron que los pagos están demorados y que el nuevo aviso depende del dinero que envíe Provincia.
Los proveedores también están preocupados. A varios les informaron que la situación es muy complicada y que deberán esperar para cobrar. Los casos son de todo tipo: desde montos insignificantes a otros cuyo volumen hace tambalear al acreedor. La cadena de pagos corre riesgos, en algunos casos.