Después de una transferencia bancaria equivocada, ¿es posible recuperar el dinero?
Los casos abundan y muchos de ellos terminan en la resignación de la persona que lo traspasó. La mayor complejidad está en qué la moneda caiga en alguien que posee una cuenta de otro banco. No obstante, el consejo es recurrir a la entidad crediticia para iniciar el reclamo. Obvio, si la ética prevaleciera, el receptor devolvería lo que no es suyo.
Las operatorias con dinero electrónico son seguras. En cambio, lo que no está garantizado es el recupero del dinero por una equivocación.
Así sucede con una habitualidad de estos tiempos: abonar la compra de un producto, o la cesión de dinero, a través de un teléfono celular o utilizando el homebanking bancario.
En los comercios ya no se mueve los billetes como antes, más los días en que surgen promociones por cuentas electrónicas como Cuenta DNI o MODO. Basta con abonar a través del escaneo de un código QR, una clave que genera la billetera virtual o la transferencia del monto.
Este último punto ha llevado a que decenas, cientos o miles de usuarios equivoquen el destinatario. Como se sabe, ya no se utilizan los 22 números de la Clave Bancaria Uniforme (CBU). Estos son remplazados por un “alias” que el dueño de la cuenta debe asignar para facilitar el trámite. Por ejemplo: “teladevuelvo.eldiadelarquero”.
No obstante, los errores se cometen. Para Lucio, que desacertó el destinario por un monto de 95 mil pesos, no fue posible recuperarlo, de acuerdo a su experiencia posterior al hecho. Y se quedó con el lamento y la bronca de la pifia cometida.
En tanto, María Victoria resignó 20 mil pesos para evitar “perder tiempo” con los trámites por la devolución del dinero.
El Banco BBVA citó a un estudio de profesionales que, a través de Cintia Godoy, contadora del Estudio Furlone, indicó “lamentablemente, una vez que se realiza una transferencia, no es posible anularla. Porque una vez que es enviada, el banco no puede deshacer la operación".
Y es esto lo que desalienta, aunque no todo está perdido.
Descartada la cancelación directa, hay una luz al final del túnel. Si la transferencia fue realizada entre cuentas del mismo banco o contactos guardados en la agenda personal, la solución es más fácil. Bastará contactarse con el destinario. Si no es conocido, pero la cuenta es del mismo banco, el trámite es a través de esta entidad. Pero, ¿qué sucede cuando el dinero cae en poder de un desconocido?
Aquí lo más complejo será percibir una actitud decorosa de esta persona, reintegrando lo que no le pertenece. Sin embargo, muchos lo toman como “un regalo del cielo”. Por esto la devolución del dinero no está garantizada.
De ahí que lo correcto es recurrir inmediatamente al banco. Y todos, o casi todos éstos, cuentan con el área “Atención al Usuario de Servicios Financieros”. La entidad crediticia puede iniciar un trámite que no asegura el resultado esperado cuando el destinatario del dinero pertenece a otro banco. Y si el proceso ingresa en otra instancia, se orienta a lo judicial.
Los bancos sugieren prevenir estos errores:
*Verificar el contacto de la agenda: si la transferencia se realiza a un contacto guardado, es esencial asegurarse de seleccionar la persona correcta.
*Confirmar los datos: al ingresar un alias o un CBU, es crucial verificar cuidadosamente el nombre y los dígitos correspondientes.
*Revisar el monto: antes de confirmar la operación, se recomienda verificar varias veces que el monto ingresado sea el correcto, incluso hasta los centavos. Y, sobre todo, atención con la operación se realiza.
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