Coronavirus: familiares de una residente de geriátrico fallecida aseguraron que estaba “deshidratada y desnutrida”
Nietas de María Elide Olmos, de 98 años y cuyo deceso se confirmó este miércoles, contaron que en el asilo de Uruguay y Obligado no les informaron que se había contagiado hasta que fue internada en la Clínica San Pedro.
Este miércoles por la mañana la Secretaría de Salud informó el deceso de María Elide Olmos, de 98 años, quien estaba internada en terapia intensiva de la Clínica San Pedro y era un caso positivo de coronavirus.
La mujer, al igual que Florentina Piernabieja que murió el 6 de mayo a los 102 años, era interna del geriátrico ubicado en Uruguay y Obligado donde hubo un brote de Covid-19 detectado por autoridades sanitarias locales a través de testeos rápidos, situación de la que la familia de Olmos no fue notificada.
En contacto con La Opinión, sus nietas Alejandra y Verónica manifestaron su desazón por el desenlace de su abuela, que fue internada el domingo en el sanatorio privado debido a que su cuadro de salud se agravó. Antes, el sábado, la propietaria del geriátrico, contó Verónica, le pidió que le lleve “amoxicilina” y “unas pastillas para la infección urinaria”. Al consultarle cómo se encontraba, le contó que estaban “aislados”, que María Elide “no tenía nada” y estaba “bien, pero con catarro”.
“Mi abuela tenía Covid-19 y la dueña del geriátrico se hizo la desentendida”
Verónica, nieta de María Elide
“El domingo me manda un mensaje de que a mi abuela la iban a internar en la Clínica San Pedro porque tenía mucho catarro. Fui a la clínica, ya la habían entrado y no pude verla. Firmé los papeles y cuando miré decía Covid-19. Mi abuela tenía Covid-19 y la dueña del geriátrico no me dijo que tenía Covid-19, se hizo la desentendida”, relató.
La preocupación de las nietas de María Elide aumentó cuando desde la Clínica San Pedro les detallaron cómo llegó a terapia intensiva: “Nos llamaron desde la clínica, una médica, y nos dijo que mi abuela estaba deshidratada y desnutrida”. Tres días después su abuela falleció, aun cuando desde la residencia, que está habilitada por la Municipalidad, les informaron que estaba “bien cuidada” y, por protocolo, no podían visitarla.
“Por mi abuela ya no se puede hacer nada, pero hay más personas en el lugar que están en la misma situación”, se lamentó Alejandra. María Elide Olmos residía en ese asilo de ancianos desde enero y había sido vacunada contra el coronavirus con la primera dosis en un operativo de Pami. Habitualmente la visitaban su hijo y tres nietas hasta que por la segunda ola de coronavirus se impidió el acceso de personas desde el exterior.
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