Cheques sin fondos y un sanatorio con 40 despidos en pandemia: los antecedentes de Nelson Suárez, el nuevo dueño de la clínica San Pedro
Aunque dijo que no tiene nada que ver con Sadeyk SRL desde 2018, el nombre y la firma de Nelson Suárez aparecen en los cheques sin fondos que reclaman droguerías y otros proveedores. En Radio Cuarentena, la empleada administrativa de un sanatorio de Monte Grande que gerenció esa empresa contó la experiencia y advirtió: "Las referencias que teníamos apenas empezaron venir era que clínica a la que fueron, clínica que quebró".
El día que llegó a hacerse cargo de la clínica San Pedro, Nelson Suárez Irala, el nuevo dueño del paquete mayoritario de las acciones, que compró junto a Alejandro Javier Otero y Daniel Alberto Herrera, dijo que él no tenía nada que ver con Sadeyk SRL, la empresa que días antes había presentado Fabián Bell como la compradora del sanatorio.
Sin embargo, y a pesar de lo ofuscado que se mostró con La Opinión por haber revelado su condición de socio gerente de esa empresa, la información que vertió respecto de que había vendido su parte en enero de 2018 contrasta con los cheques librados por esa compañía desde el banco Galicia y que fueron rechazados por falta de fondos: en cada uno está su firma.
Con La Opinión se comunicaron referentes de droguerías como Pharma Express y Servicios Integrales Farmacéuticos de Reinsal S. A. (Sifar) para advertir que tienen cheques de Sadeyk SRL firmados por Nelson Suárez que no pueden cobrar desde hace más de un mes. “Hemos llamado todos los días para que tengan el honor de pagarlos, pero prefieren comprar una clínica a costa de cheques sin fondos”, señalaron.
Este miércoles, en Radio Cuarentena, una empleada administrativa del sanatorio Modelo Estrella de la ciudad de Monte Grande, cabecera del partido de Esteban Echeverría, en el conurbano, reveló que Nelson Suárez y Sadeyk SRL gerenciaron esa clínica y fueron expulsados por orden judicial luego de que los dueños decidieron rescindirles el contrato de gerenciamiento por malos manejos administrativos que incluyeron hasta el despido de 40 personas en plena pandemia.
En marzo pasado, a raíz de problemas financieros en el sanatorio Modelo Estrella de Monte Grande, cuya razón social es Instituto de Maternidad y Cirugía S. A., la empresa decidió tercerizar el gerenciamiento a Sadeyk SRL, la firma de la que Nelson Suárez dijo haberse desprendido en enero de 2018 pero de la que sigue siendo socio gerente que firma cheques rechazados por falta de fondos.
“En su momento nadie sabía de la existencia de Sadeyk Salud, apareció una persona que era apoderado, Gustavo Dellacha, y luego Nelson Suárez, con el plan de hacerse cargo de la administración para reactivar la clínica”, contó en Radio Cuarentena Ana María, una empleada del área administrativa del sanatorio.
Luego, contó, no volvieron a aparecer por la clínica hasta fines de abril, cuando llegaba el nuevo pago de PAMI. “Antes, desde el 14 de abril, empezaron a enviar cartas documento para despedir personal”, señaló.
En ese momento, antes de que Nelson Suárez y Sadeyk SRL regresaran al sanatorio Modelo Estrella, la presidenta del Directorio les envió una carta documento para rescindir el contrato de gerenciamiento por “incumplimiento”. Allí comenzó una batalla legal que llevó un mes y medio hasta que lograron expulsarlos y recuperar la clínica.
“Se hicieron presentes un día a las 6.00 de la mañana, en patota, rompieron candados de los portones y tomaron posesión. Ese día vino Nelson Suárez, lo tuve cara a cara y me mintió en la cara diciendo que estaba todo bien y después me mandó la carta documento”, aseguró.
“Él dice que vendió acciones a una persona, pero no vendió todo, los cheques dicen que el socio gerente y acá y en todos lados se presentó como responsable, en las actuaciones legales se hace mención a él también”, reveló la administrativa.
Por supuesto, los 40 despedidos nunca vieron un peso de las dobles indemnizaciones que les correspondía por haber sido despidos en pandemia. Ana María y otras administrativas continuaron haciendo su trabajo desde afuera, lo que permitió facturar y que todos los empleados, incluso los que despidieron, pudieran cobrar el sueldo.
“Se les había quitado el poder de manejar las cuentas bancarias, pero falsificaron actas del Directorio para presentar al banco, no bloqueaban las cuentas. Seguían acá adentro, era como una casa tomada. La dueña no podía entrar, tenían una lista de despedidos y de gente que no podía entrar”, relató la empleada.
La presidenta del Directorio decidió dejar constancia de que no la dejaban entrar y lo hizo con un escribano público, acta notarial que elevó al Juzgado interviniente en la causa penal que inició para recuperar el sanatorio.
El 11 de junio, tras seguir todos los pasos legales —en algún momento pensaron en sacarlos por la fuerza— la Justicia le dio la razón a la presidenta del Directorio, que “logró entrar y se tuvieron que ir”.
“En plena pandemia, despedir tanta gente era una cosa de locos. Eso demostraba que no tenían buenos intenciones”, dijo la administrativa y agregó: “Las referencias que teníamos apenas empezaron venir era que clínica a la que fueron, clínica que quebró”.
“La idea básica es esta, según nos decían médicos que han visto esto: se hacen cargo, ponen su chequera, dan cheques a 60, 90 días, van manejando un poco la situación, pagan algunas cosas para funcionar, pero van quedándose con parte de la cápita de PAMI. Hacen esa maniobra de tirar cheques y pasa esto de que no tienen fondos, acá pudieron trabajar un mes y un poquito con la cápita de PAMI”, analizó.
“Hoy estamos tratando de salir adelante con el desastre que encontramos cuando volvimos, desde lo económico y desde lo operativo, porque se llevaron hasta la computadora con la que trabajábamos en la administración”, contó la empleada.
Los 40 despedidos fueron reincorporados. Al igual que la clínica San Pedro, la de Monte Grande es “pamidependiente” y los empleados cobran el sueldo cuando ese organismo hace el depósito.
“Lamentablemente esta gente va a seguir operando de esta manera”, consideró un representante de las droguerías que esperan cobrar sus cheques. “Esta gente le hace muy mal a los servicios de salud”, aseguró.
En la clínica San Pedro, Nelson Suárez ya se hizo cargo y mantuvo reuniones con el personal para reorganizar los sectores con el objetivo de reactivar el sanatorio que permanece cerrado desde el 7 de julio pasado.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión