Causa El Clan: la defensa de Briceño sostiene que la droga que le secuestraron "se la pusieron"
Sindicado como el cabecilla de la banda, en uno de sus domicilios incautaron alrededor de dos kilos de marihuana y 135 gramos de cocaína. El estudio jurídico Lima, que lo asiste, sostuvo en su defensa que a la droga "se la pusieron" en el baúl de uno de sus autos. El juez consideró que las pruebas son suficientes para mantenerlo detenido junto al resto de los imputados.
La Justicia dictó prisión preventiva para los detenidos acusados de integrar una banda dedicada a la venta de drogas cuyo cabecilla es el dueño del restobar El Clan, Miguel Ángel Briceño.
Con excepción de Sebastián Mando y Alejo La Horca, que fueron desvinculados de la acusación por comercialización de estupefacientes, el resto permanece procesado porque las pruebas fueron consideradas suficientes como para mantenerlos detenidos.
La defensa de Briceño, a cargo del estudio jurídico de Hugo Lima (h) asegura que los dos kilos de marihuana que encontraron en uno de sus vehículos "se la pusieron", que el coche "casualmente tenía abierto el baúl" y que "el testigo del allanamiento no certificó cómo le sacaron esa droga".
En un domicilio de San Martín 1430, le secuestraron a Briceño dos ladrillos de marihuana que arrojaron un peso de un kilo con 162 gramos y cinco envoltorios de cocaína que en total pesaban 135 gramos.
Además, incautaron celulares, una computadora, dinero en efectivo en pesos argentinos y reales brasileños. Está acusado de ser "quien proveía del material estupefaciente al resto" de los imputados como miembros de la banda.
Su defensa destacó que "no hay fotografías de Briceño vendiéndole droga a alguna persona de San Pedro conocida por sus adicciones ni filmaciones ni conversaciones" con los presuntos compradores.
La investigación comenzó con una denuncia contra Jeremías Garay. En las tareas de inteligencia, la policía identificó a Briceño como quien le proveería drogas para la venta al menudeo.
Establecieron que se movilizaba en un Volkswagen Passat, un Fiat Uno, una Volkswagen Amarok y un BMW X6 valuado en alrededor de 40 mil dólares, que compró entregando la camioneta como parte de pago.
El seguimiento constató que Briceño iba muy seguido a la casa de calle Dávila al 500 donde residían las detenidas Nancy Lescano y su hija Geraldine Pereyra.
En las cuentas de MercadoPago y de Brubank de Briceño aparecen una gran cantidad de transferencias del resto de los imputados, lo que refuerza la sospecha de que vendían para él. En algunos casos las transferencias suman millones de pesos y son decenas.
Sobre esos movimientos de dinero, la defensa sostuvo que Briceño se dedicaba "a la compraventa de autos", además de la actividad gastronómica en el restobar El Clan, y que a esos comercios corresponden las transferencias.
Para el juez de Garantías, "los vastos elementos probatorios aportados en la causa, valorados de forma integral y conforme la sana crítica racional, permiten tener por acreditado el grado de certeza exigido" respecto de la "probable participación" de Briceño y el resto de los imputados en el delito que se investiga.
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