A 5 años de la muerte de Ismael Benítez, su familia lo recordó en la zona del accidente que le costó la vida
El joven tenía 18 años cuando fue atropellado por un utilitario que conducía Fernando "Santucho" Cajide, repartidor de una panadería, en el camino Lucio Mansilla, en 2014. Este martes, a cinco años del choque, la familia de Ismael instaló una estrella amarilla en el lugar donde murió. El conductor que lo chocó fue condenado a tres años de prisión en suspenso y a 7 de inhabilitación para manejar, pero por un error del juzgado todavía no le retiraron el carnet.
Este martes, un grupo de personas lloraba a la vera del camino Lucio Mansilla, más allá de la escuela 13. Estaban colocando un cartel con una estrella amarilla y unas flores porque se cumplieron cinco años del accidente fatal que le costó la vida a Ismael Benítez a los 18 años.
El aniversario fue propicio para la decisión de la familia de colocar el recordatorio en el lugar exacto en el que cayó Ismael cuando fue atropellado de frente por una camioneta aquel 24 de septiembre de 2014. El sitio está alejado de la ruta, porque el impacto fue tal que el joven voló por los aires hasta allí, donde murió en el acto.
Con profundo dolor y el sentimiento de la irreparable pérdida de un chico que tenía todo por delante, los familiares le dejaron flores y plegarias, en medio de un reclamo por una justicia que, aunque llegó, nunca, quizás, les sea suficiente.
La mañana del miércoles 24 de septiembre, Ismael Benítez estaba contento. Ese día iban a "ponerlo en blanco" en su trabajo en el camping del Tiro Federal. Como todo los días, subió a su moto Corven 150 para llevar a su hermana y a su novia a la escuela 13.
Tras dejarlas, decidió ir hasta un predio familiar cerca de allí, para constatar el estado de los animales. Luego, tenía pensado pasar por lo de su madre, como todos los días, tomar unos mates e ir a trabajar. Nunca llegó. Su mamá se fue a su trabajo con un sentimiento extraño. A los pocos minutos la llamaron con la peor noticia que podrían haberle dado alguna vez.
Ismael circulaba en la moto en dirección a Vuelta de Obligado cuando fue embestido de frente por un utilitario Citroên Berlingo que conducía Fernando "Santucho" Cajide, un reconocido distribuidor de la panadería Don Gregorio, que transitaba en sentido San Pedro y quiso sobrepasar a un colectivo sin advertir que venía otro rodado.
El impacto fue violento. Ismael voló por los aires una gran cantidad de metros. La moto fue arrastrada, se partió en dos y se prendió fuego. El cuerpo del joven quedó tendido a la vera del camino. "Estaba todo quebrado. Murió en el acto", recordó un familiar ante La Opinión este martes, a cinco años del trágico episodio.
Ismael se había comprado la moto tras vender un viejo autito que tenía. Aunque a la madre mucho no le gustó la idea, él prefería ese tipo de vehículos, por eso la compró y junto a Juan, su padre, la restauró por completo. Todavía no se había comprado el casco cuando se produjo el accidente.
A Ismael le gustaban los caballos. Sus familiares lo recuerdan como un chico emprendedor, obediente, buen compañero y amigo. "Él tenía sus animales, les iba a dar de comer antes de ir a tomarse unos mates con la madre e ir a trabajar. Ese día lo ponían efectivo", recordaron.
Cuando el padre de Ismael Benítez llegó al accidente y se encontró con su hijo muerto, increpó a Fernando "Santucho" Cajide. "Lo corrí y le dije: 'Qué me hiciste. Mataste a mi críatura', y el me respondió: 'Qué querés que haga, ya esta muerto; si querés, matame", contó en esos días Juan Benítez, que vive a la vuelta de la casa del distribuidor de pan.
El conductor de la Citroên Berlingo fue condenado a tres años de prisión en suspenso por el delito de "homicidio culposo", aunque la familia Benítez pedía que se considerara el "dolo eventual" porque, para ellos, la negligencia era evidente puesto que Cajide cambió de carril para pasar al colectivo y atropelló al joven.
La sentencia condenatoria es de 2016. Los tres años de prisión en suspenso significan que Cajide fue hallado culpable pero no encarcelado, sino que debe cumplir una serie de condiciones para continuar en libertad. Si hay incumplimiento, sí podría ir preso.
Además, Cajide fue inhabilitado por siete años para conducir vehículos, pero un error del Juzgado provocó que no dieran el estado de "firme" a la condena, por lo que nunca le retiraron el carnet, aunque el condenado fue notificado de la sentencia.