La idea de Alejandro, un vecino de Río Tala para embellecer el espacio público lindero al arroyo El Tala al final de la vieja ruta 9 generó en pocas semanas un movimiento vecinal solidario para lograr que pase de un basural a un paraíso.

Aunque no tuvieron respuestas por parte del Estado local, las ganas vencieron a la falta de interés y todos se arremangaron y pusieron manos a la obra.

Trasladar los residuos acumulados a la vera de la exruta 9, podar las ramas que dificultaban el tránsito, realizar quemas controladas de los restos de la basura, fueron las primeras acciones del grupo que se comunica por WhatsApp para coordinar las tareas.

En el acceso al lugar, ingresando por el camino de la exruta 9, pasando Prear y otras granjas e instalaciones rurales ya se puede notar el cambio: despejado de basura y ramas, el acceso está más prolijo y hasta con los pozos de la calle rellenos con escombros, tareas realizadas de manera casi artesanal por los colaboradores.

Al llegar al viejo puente, sobre el lateral izquierdo se improvisó una bajada para mejor acceso al predio y un sector de descanso con una gran mesa y bancos construidos con neumáticos y madera.

Los carteles “caseros” dan la bienvenida a los visitantes e indican la zona de acampe, la bajada de botes y a partir de allí, un cambio en el paisaje con más de 300 árboles donados por viveristas que se distribuyeron a los costados de los caminos que conducen al arroyo, uno a la zona cercana al puente de la exruta nacional y el otro hacia el puente ferroviario que limita la zona del paseo “Renacimiento del Arroyo El Tala”.

Esta semana, tal como se había prometido, llegaron 100 árboles frutales que también formarán parte de este emprendimiento vecinal que conectará a los habitantes del partido y a los visitantes con la naturaleza, sin la necesidad de la mano del Estado.

Paseo Públic

Los vecinos pueden: avanza el proyecto “Renacimiento del arroyo El Tala”