Zoe ya tiene máquina de escribir braille, notebook y un pueblo que la acompaña
La máquina llegó el lunes desde Miami, donde la compró el sampedrino Diego Rodríguez, que reside en Estados Unidos desde hace casi 20 años. Además, el sábado la niña se llevó una que llegó a Sin Galera, para practicar y la agrupación Huellas entregó una notebook equipada con programas para no videntes. Las iniciativas solidarias siguen en pie para ayudar a la familia.
La solidaridad sampedrina le regaló a Zoe Barreto, la niña de 7 años no vidente cuya madre pidió ayuda para comprar una máquina de escribir braille, la alegría de saber que no está sola, que hay un pueblo entero que la acompaña.
El sábado estuvo en Sin Galera con su mamá, Leonela, y se llevó a su casa una máquina para practicar, a la espera de la que compró en Miami el sampedrino Diego Rodríguez, que vive en Estados Unidos.
Ahora, la familia de Zoe también va a aprender, en talleres en la escuela 501, a leer y escribir en braille.
El sábado, durante el programa, la mamá de Zoe recibió asesoramiento en vivo por parte de Noemí Girard de Vitale, alma máter de SADIV, quien les explicó una serie de derechos que la asisten y que pueden hacer cumplir, al tiempo que las invitó a concurrir al centro que conduce.
La solidaridad
no tiene fronteras
“La alegría no nos entra en el cuerpo”, dijo Leonela, mamá de Zoe, en el aire de Sin Galera el sábado, cuando la niña no vidente tenía frente a sí una máquina de escribir braille de origen checo que una persona que la utiliza decidió facilitarle. Esa mañana, desde Miami, escucharon en el programa la voz de Diego Rodríguez, el sampedrino que vive en Estados Unidos y compró una Perkins usada en e-bay para enviar a San Pedro y que el lunes llegó al país.
Las iniciativas solidarias para ayudar a Zoe, que tiene 7 años y comenzará el 2 de marzo a cursar el tercer grado de la escuela primaria, se reprodujeron en la ciudad y llegaron a Miami gracias a las amistades de juventud que Diego Rodríguez conserva en San Pedro. Sin dudarlo, buscó la máquina y la compró. El sábado, después de hablar al aire en Sin Galera, la llevó a un piloto de la empresa aérea Lan, a través del piloto sampedrino Luis Paz, para que vuele con él hasta Buenos Aires
“Dieguito”, como lo conocen todos a este sampedrino traductor público que vive desde hace 18 años en Estados Unidos y a quien en la ciudad se lo conoce por su familia —es hijo de un histórico sodero de calle Bottaro y hermano de un referente de la apicultura— y por ser desde fines de los 80 uno de los guitarristas de rock más virtuosos de la escena, a la que llegó, como tantos pibes de la época, de la mano del gran Leo “Coyote” Belotti, se enteró de la situación de Zoe gracias a su habitual lectura de La Opinión, medio que consulta a diario para estar conectado con su pueblo natal.
“Estaba en mi trabajo, me puse a leer un rato la página de La Opinión, vi la nota de lo de Zoe y toda la movida de juntar fondos para la máquina y se me ocurrió contactarme con Cintia, que es una de mis mejores amigas, tenemos un grupo de WhatsApp de la promoción de la escuela Normal de 1990, y la contacté, le pregunté si se habia enterado de esto y le propuse que hagamos algo, yo iba a donar una suma de dinero y en el medio me puse a mirar por e-bay si había una maquinita y encontré una a un precio muy accesible”, relató.
El problema era hacerla llegar a San Pedro. “Cintia me dijo que la compre, me empujó para hacerlo, y que buscáramos la manera de llevarla”, contó. Allí comenzó una tarea de contacto con la madre, con La Opinión, con una maestra integradora que fue compañera de colegio de ellos y que les dio el OK. Compró la máquina, la probó, certificó que funcionara correctamente, consiguió y colocó una pieza que le faltaba, y comenzó, entre sus excompañeros de secundaria, la búsqueda para hacer llegar el aparato a las manos de Zoe.
“La admiro mucho, sé que tiene muchas ganas de ir al colegio y ojalá que esta manito que mucha gente está dando la ayude para seguir su educación y cumplir sus sueños”, le dijo Rodríguez a Zoe, que hace unos meses tuvo un percance con su bastón y lloraba porque temía no poder ir a la escuela. El bastoncito también fue donado, en su momento, a través de Facebook.
Cintia Masé se emocionó al aire por el gesto de su compañero de colegio y agradeció a todos los de la promoción 1990 que ante la propuesta de “Dieguito el rockero”, como le llaman, se sumaron sin dudarlo y dieron lo suyo para que la máquina de escribir braille que necesitaba Zoe se hiciera realidad antes del comienzo del ciclo lectivo.
Diego Rodríguez es traductor público. Hijo del reconocido sodero Roberto Rodríguez, hermano de Clarisa, dermatóloga que vive en Capital y de Alexis, el referente local de las cooperativas apícolas. Al terminar la secundaria se fue a estudiar a Buenos Aires, donde se recibió y trabajó hasta que en 2002 decidió probar suerte en Estados Unidos y desde entonces vive en Miami, donde montó su propia empresa de traducciones.
“Si no hubiera salido la nota en La Opinión yo no me hubiera enterado, mucha gente no se hubiera enterado, así que estoy muy agradecido por eso”, destacó Diego Rodríguez desde Miami antes de terminar la comunicación telefónica en Sin Galera, tras la que llevó la máquina en un bolsito que su hija regaló para Zoe.
La casa de Zoe
Leonela y Mayra, mamá y tía de Zoe, recibieron a La Opinión en su casa. “Gracias a Dios todo el esfuerzo valió la pena”, dijeron. “Este es un proceso que sigue para mí, para Zoe y para todos, porque tenemos otros gastos también, está el tema de las hojas”, señaló Leonela.
“Todavía no sé”, dijo Zoe sobre escribir con la máquina braille y agregó que aprendió “un poquito”. Ese viernes recibió de manos de este medio una resma de papel especial para la máquina de escribir braille que llegará al país para cuando comience el ciclo lectivo.
Continúan con iniciativas solidarias para recaudar dinero que le permita cubrir otras necesidades como el transporte hacia la escuela, refacciones en la precaria vivienda en la viven y carencias propias de una familia que tiene como ingresos fundamentales una pensión no contributiva que percibe la pequeña Zoe.
“En esta casa necesitamos agua, porque tenemos todo un enganche así nomás. Necesitamos acomodar todo lo de la luz, revoque porque en el invierno hace mucho frío, el piso, no tengo baño así que usamos el de la casa de mi mamá, que está al lado”, describió Leonela sobre la situación en la vivienda en la que reside con Zoe y dos hermanitos.
“A veces retiro mercadería del CIC, con la harina hago cosas caseras y con eso me sostengo”, contó Leonela, que además recibe ayuda de su mamá y de su hermana para la cotidianeidad.
“Me llamaron para avisarnos que esa computadora iba a ser destinada a Zoe”, dijo sobre la notebook que donará Huellas San Pedro y agradeció las muestras de solidaridad de toda la comunidad desde que decidieron hacer pública la situación.
“Vino una señora y nos donó unas cosas de Tupperware para que vendamos y Zoe se va a quedar una botellita para ir a la escuela”, contó Mayra, la tía de la pequeña.
Por eso, la recaudación de fondos continúa: hay una rifa de 300 números que tiene como principales premios un tatuaje de 1000 pesos con Leo Barreto, un collar de Perla Negra y un equipo de mate donado por Innova. Los números se pueden conseguir comunicándose al 3329-592222. La fecha pautada para el sorteo es el 22 de febrero.
El pizzero Martín Burnes, de pizzería “La Ñata”, el lunes 24 de febrero ofrecerá pizzas a 200 pesos, que ya pueden encargarse por teléfono o en el local. Todo lo recaudado será donado a la familia de la niña.
Burnes anunció que también hay una rifa exclusiva para los “colombófilos”: “Nosotros pagamos un abono para correr todo el año, entonces nosotros sorteamos una jaula a nivel país para usar todo el año, y el que gane va a poder tener todo el año gratis, y todo lo recaudado también será para Zoe”. Ese abono anual cuesta alrededor de 17 mil pesos.
Además, a esta iniciativa solidaria se sumaron comercios que dispusieron alcancías: Mitre 2320, Las Heras 15, 3 de Febrero 1810, 25 de Mayo 1134, Laprida 800, Benefactora Sampedrina 1970 y el carribar de Silvio Velo en el Tiro Federal.
La notebook
ya está en la escuela
El martes por la mañana, la agrupación Huellas San Pedro entregó en la escuela una notebook equipada con software para no videntes, destinada a Zoe y su proceso de aprendizaje.
El ingeniero agrónomo Alejandro Bagnolo, integrante de Huellas, contó que el año pasado la empresa Rotam Argentina, que comercializa insumos para el agro y con la que tiene contacto por su trabajo “hizo un recambio de notebooks y decidieron donarlas a diferentes instituciones, entre ellas Huellas, que salió sorteada para recibir cuatro”.
“Esas computadoras fueron reseteadas y andan perfectamente”, señaló Bagnolo e informó que el destino de esas máquinas fue “una para el Centro Comunitario de Río Tala, que la entregamos el año pasado; una que está destinada a Bomberos de Gobernador Castro; y una para la escuela de La Tosquera”.
La restante es para Zoe, “para complementar sus estudios, con la instalación de un programa para escuchar y dictar textos”.
“Las máquinas funcionan a la perfección, yo las fui a buscar el año pasado y nos tomamos el trabajo de cargarlas bien, de utilizarlas con internet, instalar los programas para chequear que todo esté bien, porque como decimos siempre es importante donar con conciencia para que el que lo reciba lo pueda utilizar y no sea una cosa de descarte”, destacó Bagnolo.