Ya pasó Yrigoyen.
Ya pasó Perón.
Ya pasó Patilla.
Ya Pasó Fernando, poca pila.
Y parece… Fernández propone proyecto.
Irigoyen, funesto por patagonia fúnebre, fusiladora,
pero fabuloso político,
fundó YPF. Puso fuerza y fe.
Puro petróleo,
pero finalmente pasó Patilla y pudo fundirla.
Poco futuro.
Patilla, para favorecer yacimientos y familiares, privatizó.
Pero fue patrás. Flagelo. Fea Forma. Fiasco.
Pocas fábricas y puro yuyo. Poca plata y puro yate.
Posteriormente, favoreció potencias, Pentágonos.
Y por fanfarrón, ya pereció.
¿Pidió perdón?
Pobre…
Y Fernando, pura fiaca, participó poco.
Fue funcional.
Y por yapa, piquetes, pobres.
Problemas fuleros.
Falta yerba, precio peligroso.
Pero Fernández propone proyecto.
Políticos fastidiosos planifican y fomentan por Facebook.
Poderosos farandulizan y yacen furibundos.
Peronistas piden “¡ya, por favor!”.
Figuran públicamente, palabrean.
Fernández pudo.
Palmas y felicidad.
¿Podremos, finalmente?
Román Solsona