En un momento de enojo
Más que un capricho, un antojo
Decidiendo a dónde partir
Y no sabiendo a qué lugar ir,
Estoy masticando un mal
Y despotricando mi suelo natal.
Cuando pasan los tiempos malos
Siempre te tiran los palos
Con una angustia incontenible
La firmeza se hace insostenible
Y cuando avanza la miseria
Siempre uno intenta mirar para afuera
Con un futuro incierto
Sin quererlo me siento
Mirando atónito el paisaje
Demostrando un poco de coraje,
me doy cuenta de una manera singular
lo maravilloso que es este lugar.
Que sería de mí cuando me vaya
Le encontraría a otro lugar
Un montón de fallas
No estaría conmigo
La famosa naranja de ombligo
Tan dulce como siempre
Que me estremece hasta los dientes.
Y ese durazno llamado forastero
Una delicia que tanto quiero
Para donde estén las miradas
Sino en las riquísimas ensaimadas
Y donde estaría el sendero
Que recorre Pototo, el heladero
Dónde iría a pensar
Sino en el mismo boulevar
Bajo una lluvia de flores amarillas
Que la tipa da
Y elevándose del río como un arca
Las hermosas barrancas.
Aunque lo tome con calma…
¿A dónde voy si no es al cine La Palma?
¿Y el folklore del fútbol?
Camina por dentro de un tubo…
Que sería si no se da
El clásico Mitre Paraná.
Un lugar sin igual
La Perla del Paraná
Donde se hace por ley
La pesca del pejerrey
Dependiendo de las mismas
La cercanía de sus islas.
A dónde iría después del trabajo
Aunque mucho no atajo
Por más que busque adicionales
Me quedo con los bares tradicionales
Reflejando su belleza con esplendor
El tigre en jarrita con su mejor sabor.
De su pueblo no me voy a olvidar
Pero mucho no me va a faltar
Por más que me quede sin habla
Volveré a Parajes Tablas
Y siguiendo el rastro
Pasaré por Gobernador Castro.
Sin contar demasiado
Me meto en las cuevas de Vuelta de Obligado,
Por las vías y ajustando los tornillos
Me voy de retorno a Espinillo
Y con temple bien firme
Me presento en la Matilde.
Veloz como una onza
Llegaré a la Buena Moza
Sigo caminando por Colegiales
Y a Santa Lucía se hace interminable
Pego la vuelta hasta La Serena
Y ahí me agarra la caminera
Ya cansado de tanto recorrido
Me quedo sentado en el camino
Como si estuviera quebrada el ala
Cuando pasa el colectivo que va para Tala
Tirado en el suelo como esperando a los buitres
Me levanto y voy camino a la cantina de Mitre
Me repongo de mi angustia
Aunque sea sólo por astucia
Sin nada que pedir
Sólo me queda por decir
Que estoy firme como un cedro…
¡Qué lindo es vivir en San Pedro!
Enrique Daniel Panozzo