¿Y los sueños?
Un sueño. Cualquiera que sea. La satisfacción de un logro, el estado emocional que eso genera ¿Para qué hemos venido al mundo? La pregunta que resuena una y otra vez en la mente de quienes han optado el camino de buscar. Pero, ¿buscar qué? Pues el simple hecho de transitar ese camino, de búsqueda, nos convierte en personas movilizadas. Quizás la graciosa recurrencia de buscar la respuesta que nadie tiene, pero la importancia de dar lugar a la pregunta. Si, a revolver un poco la cuestión. Existencial, paradójica e incluso a veces molesta. Tener que asumir nuestra pequeñez, nuestra finura y esa condición mortal a la que todos estamos condicionados, ya que todos moriremos algún día. ¿Y los sueños? Hoy, quizás, son escasos en el discurso de la gente. Las preocupaciones sociales, nuestras diferencias ideológicas, la importancia de la imagen que brindamos a un entorno virtualizado, el miedo a que nos mientan, la paranoia en las calles. ¿Y los sueños? ¿Dónde se fueron? El anhelo de sentirnos un poco completos ante tanta disconformidad que refiere el contexto. La gratificación de habernos puesto en marcha frente a todas nuestras incumbencias, el coraje de afrontar el dolor de intentar reconocernos, para ser mejores personas. Por eso prefiero gente soñadora, por eso quiero niños soñando otra vez. Lejos de esa cantidad de distractores que los alejan de su verdadera esencia. Sueños, que vuelvan los sueños. Para poder ir tras ellos.
Dejale el mejor legado a tus hijos. Regalale sueños.
Gracias por leer.
Franco Chiorazo
Autor de “El protagonista eres tú” y “Luis de la calle”
licfrancochiorazo@gmail.com