¿Y dónde está el sumario?
Durante la semana pasada La Opinión pidió por mesa de entrada la información sobre el estado en que estaba el sumario contra Mario Kasta, el funcionario que gestionaba créditos con retornos para empleados municipales. Nadie pudo saber dónde se hallaba.
En el mes de Octubre de 2008, se efectivizó la denuncia de lo que hace meses se venía rumoreando. Tenía que ver con el escándalo de entrega de créditos a Municipales, bajo circunstancias aún no del todo claras.
Es que uno de los empleados miembros de Inspección General, radicó una denuncia en la Unidad Fiscal Nº 5 de San Pedro contra Mario Kasta, a quien identificó como responsable de promover la adjudicación de créditos personales en financieras privadas, con la promesa de que si la persona que tomaba el crédito entregaba el 50% del monto a él como gestor, serían “dados de baja” de los registros y nunca tendría que pagar ni siquiera una cuota de lo adjudicado.
Esta idea un poco absurda de sacar créditos, fue dándose a “publicidad” entre los mismos empleados que, según dicen “ante la necesidad”, tomaban el dinero y luego no se cumplía lo prometido, ya que según testimoniaron les decían que “dejen de pagar”. Pasado el tiempo comenzaron a llegar intimaciones de pago y fue allí donde estas personas comenzaron a darse cuenta de que en realidad no habían sido “borrados” de ninguna lista de clientes y que debían pagar con sus sueldos mucho más de lo pactado.
Cuando la denuncia se hizo efectiva, La Opinión tuvo acceso a la misma y en ella decía: “estos, haciendo abuso de sus funciones, amenazaban con sacar horas extras a los empleados si no accedían a firmar créditos con distintas empresas financieras” no sólo marcando a Kasta, sino a Domingo Bronce y Martín Noseda, quienes negaron tener relación alguna con lo denunciado.
Según lo que este empleado municipal dijo ante la UFI, Kasta “truchaba” recibos de sueldo en el corralón y presionaba a los empleados “invocando a su hermano”, quién se desempeña actualmente como jefe de personal. “Mario Kasta, mientras estaba en el corralón, modificaba los recibos de sueldo de la gente, subiéndoles el monto del sueldo a fin de que la financiera otorgara montos mayores” dijo el denunciante.
Hasta el momento en el que salió a la luz el tema, la Municipalidad decidió mantenerse al margen de la situación, ya que en un principio dijeron no podían hacer nada, porque las presuntas estafas serían parte de la vida privada del empleado señalado.
Sin embargo, ante esta denuncia que mencionaba el accionar en oficinas y trabajos con material municipal, se inició un sumario administrativo.
El sumario
El conflicto no pudo ser evitado por las autoridades municipales y es por eso que en el mes de Noviembre el Secretario de Gobierno, Juan Almada, dijo en La Radio 92.3 “Esto se inició por un artículo periodístico que ustedes publicaron”, dando a conocer entonces que se envió a la Asesoría Letrada un expediente en el que se solicitaba se investigue este conflicto por los créditos otorgados.
El camino es complejo, ya que la burocracia indica que todos los Secretarios deben firmar el decreto que pide el sumario a un empleado. Luego, es el Departamento Legal el que tiene que investigar si dentro de los hechos denunciados ante la Justicia se involucró de algún modo al Municipio o a sus recursos para que después una mesa integrada por varios sectores, entre el que se incluye a los gremios, decida sobre el futuro del trabajador.
¿Dónde está?
La Opinión se dirigió la semana pasada al Municipio para saber cual era el estado del trámite, por lo que se realizaron los trámites correspondientes solicitando la información por mesa de entrada.
Allí, una de las empleadas tomó la consulta y revisó la computadora donde se encuentran cargados todos los expedientes municipales. La respuesta fue clara: “acá no me figura el sumario”. Inmediatamente se comunicó con Asesoría Letrada para ver si se encontraba en esa dependencia, ya que se podría estar estudiando, allí la respuesta fue más contundente aún: “no entró ningún sumario”. El tercer paso fue preguntar a Secretaría de Gobierno desde donde nos mandaron a Secretaría Privada, ya que por ahí lo tenía el Intendente. “Anda a hablar con Ivana”. Ella misma nos atendió y dijo no saber sobre ese expediente que parecía haber desaparecido. “Tal vez lo tenga Vellón” fue la respuesta, aunque todavía lo siguen buscando. En síntesis, lo que se dijo públicamente hasta el momento no obtuvo resultados.