Vuelve el turismo: artesanos y feriantes esperan protocolos para retomar su actividad
El regreso de la temporada turística en la provincia de Buenos Aires despertó expectativas en rubros que dependen de la actividad. Entre ellos, los artesanos feriantes, que esperan la habilitación de un protocolo que les permita volver a trabajar.
El regreso de la actividad turística, con una primera etapa para propietarios no residentes desde noviembre y con turistas en general desde diciembre, despertó expectativas en todos los sectores vinculados directa e indirectamente a lo que genera el arribo de visitantes a la ciudad.
Entre ellos están los artesanos y feriantes, que desde que comenzó la pandemia tuvieron que buscar alternativas para comercializar sus productos ya que no pudieron instalar sus puestos en San Pedro ni en el resto de las ciudades donde solían hacerlo.
En líneas generales, “la situación es desesperante”, aseguran referentes del rubro. Vender por redes sociales no es lo mismo que la posibilidad de dialogar con el cliente, que pueda ver y tocar el producto, y además, se sabe, las artesanías suelen comercializarse entre turistas que, de paseo, aprovechan la recorrida como parte de sus planes de entretenimiento.
Entre quienes se dedican a las artesanías y las ferias hay expectativa de que, camino a la temporada turística que se avecina, puedan confeccionarse protocolos que les permitan trabajar como lo hacen los comerciantes que tienen locales en los que reciben al público.
“Estamos esperando que se regule, se habilite, se informe, se trate de ubicar una manera para ubicarnos dentro de este sistema de reapertura de trabajos para que volvamos a empezar a trabajar normalmente”, dijo a La Opinión Darío, un artesano local.
En el caso de Darío, el comienzo del aislamiento social preventivo y obligatorio lo encontró en Lamarque, provincia de Río Negro. Había estado en ferias en Neuquén y ese fin de semana tenía la Fiesta del Tomate, que se suspendió, como todas las actividades y eventos culturales previstos desde entonces.
“Yo tengo un vehículo, cargo todo ahí. Trabajo en mi casa fabricando las artesanías, o trabaja mi esposa y me manda, intercambiamos con otros artesanos, y nos movemos por todo el país, en eventos, fiestas”, contó sobre su actividad. “Nos dedicamos exclusivamente a eso”, dijo y agregó: “Ahora tuvimos que buscar otras alternativas para ir sobrellevando la situación”.
El artesano sabe que para que su actividad regrese y haya ventas, el resto de la economía debe funcionar. “Todos necesitamos lo mismo, volver a trabajar. Lo que queremos es que se regule y que de alguna manera podamos volver a trabajar”, dijo.
Darío consideró que existen riesgos y que quizás sea complicado hacer temporada en la costa u otros centros turísticos lejos de casa. “Si por alguna razón tengo que estar aislado 15 días sería muy complicado, es estresante pensar en cómo va a ser”, analizó.
En otras provincias la actividad fue retomando su pulso de a poco. En algunos casos, “hay lugares donde se han implementado puestos fijos, con un feriante cada dos puestos, con un medio de protección como un nylon, con los productos embolsados, administrado, controlado, colaborando la Municipalidad para que se respete ese protocolo”, contó Darío.
“Yo creo que es una manera para ponerlo en práctica, asumiendo la responsabilidad de la higiene y el distanciamento, tratando de que la gente lo haga y que empecemos a trabajar en algún momento, porque la solución de fondo no está a la vuelta de la esquina y el cuerpo no aguanta mucho más”, señaló.