Vuelve el cine a San Pedro
Inversores locales adquirieron el Cine La Palma y proyectan allí un multiespacios cultural con cine, teatro y mucho más. En Semana Santa estaría listo para abrir sus puertas al público.
El Cine La Palma espera con ansias la reapertura de sus puertas. El mítico edificio de calle Belgrano tiene nuevos dueños y nuevos sueños. La sala de cine donde muchas generaciones de sampedrinos se deslumbraron por primera vez con el séptimo arte comenzó a ser refaccionada para una nueva etapa que tendrá su inauguración en Semana Santa del año próximo.
Carlos Codern, Daniel Igoillo y Sandra Cortés son los responsables del ambicioso proyecto que en las próximas semanas, cuando ajusten algunas cuestiones legales, se pondrá en marcha. La inversión total rondará el millón de pesos y transformará el viejo Cine La Palma en un multiespacios cultural que aún no tiene resuelto el nombre con el que abrirá sus puertas al público.
Toda la cultura
El edificio tendrá en su interior dos salas. Una de cine-teatro, que conservará la estructura de la que actualmente está en pie en el interior de La Palma, donde habrá una capacidad para 400 espectadores, con nuevas butacas y un cinematógrafo de última generación. El plan es que en esa sala principal se proyecten estrenos cinematográficos y teatrales de primer nivel.
Donde hoy está el pullman, en la planta alta, se dispondrá una nueva sala cinematográfica con 150 butacas, para funciones especiales y ciclos de cine que los mentores del proyecto ya tienen en mente. Para esa sala, se reacondicionará a nuevo el cinematógrafo manual con que hasta hoy se vieron las miles de películas que el querido cine local ha puesto a disposición del público sampedrino.
Los responsables de lo que será una referencia cultural de la ciudad informaron a La Opinión que la idea es “transformarlo en multiespacios destinado a las actividades culturales, recitales, conferencias, conciertos, muestras de arte, pintura, gastronomía y, por supuesto, cine y teatro”. Para ello, ya comenzaron los contactos que permitan ofrecer una diversa gama de propuestas culturales para sampedrinos y turistas.
“La idea es no trabajarlo de manera tradicional, hacer un espacio multicultural. Hay proyectos con la embajada de Brasil, con la embajada Española, estamos viendo mucho cine latinoamericano… estamos interesados en esas cosas”, explicaron. “El canal encuentro tiene películas históricas nuevas, estaría bueno hacer cosas con los colegios, que vengan al cine; uno vio sus primeras películas en el cine y nos interesa que otras generaciones puedan repetir esa experiencia”, manifestaron. También iniciaron contactos con los organizadores del Festival nacional de Cortos de nuestra ciudad, para que a partir del año que viene el evento se traslade a la sala: “Nada mejor que ver cine en un lugar especialmente creado para eso”, expresaron.
“Tenemos contacto con el centro cultural Caras y Caretas, para traer películas; María Seoane estuvo en la Feria del Libro y hablamos de este proyecto. También estaría bueno que las graduaciones de la secundaria se puedan hacer en lugares como estos, darle un toque de formalidad con un marco como este”, explicaron y agregaron: “Tenemos muchas ganas, muchos proyectos y creemos que San Pedro necesita un lugar así. Estamos convencidos de que la cultura es una herramienta para transformar la realidad y que hay que dar esa batalla.”
A su vez, la productora Sol Producciones SRL, de Sandra Cortés, informó que trabajan en coproducciones con la productora de Nito Artaza y que están en contacto para que las obras que pone en escena el reconocido capo cómico puedan llegar a la ciudad. De la misma manera, ya hay contactos con otras grandes productoras de espectáculos de primer nivel que a partir de 2010 visitarán San Pedro, como en las grandes épocas del viejo Cine La Palma.
Las obras
El cine muestra hoy un deterioro importante y las obras son de gran envergadura. La primera etapa consistirá en modificar totalmente el techo, que presenta averías graves. “Hay que hacer muchas reparaciones: instalaciones, techos –relató el arquitecto Carlos Codern– Hay que sacar todo el techo viejo y hacerlo nuevo, hay filtraciones, se llueve, la madera está toda rota, hay que cambiarlo todo, no sirve más, está muy deteriorada la madera” Además, tienen pensado trasladar los baños del lugar donde hoy se encuentran hacia el ala derecha del edificio, reformular los camarines, cambiar todas las butacas y mover las filas que están a la izquierda del escenario y que tienen un visibilidad escasa. “Las columnas que se ven en la zona del pullman fueron puestas después, son agregadas, porque la estructura del techo está vencida; incluso hubo que recortar una madera porque la proyección de la película chocaba contra eso, de lo bajo que quedó el techo al estar vencido. Las instalaciones sanitarias y eléctricas hay que hacerlas totalmente nuevas”, describió el arquitecto.
Respecto de las cuestiones técnicas propias de la sala, además de restaurar el viejo proyector para la sala pequeña y comprar uno nuevo para la principal, los inversores informaron que deberán adquirir todo el equipamiento vinculado a iluminación, sonido y pantallas necesarios para espacios del nivel que proyectan.
Volver al cine
El Cine La Palma es un espacio de referencia para los sampedrinos. Allí actuó Carlos Gardel, el 28 de abril de 1938; se estrenaron, entre cientos de miles de otros Films, los policiales italianos de Darío Argento –“El pájaro de las plumas de cristal” ó “Cuatro moscas sobre el terciopelo gris”–; pasaron grandes obras de teatro que dejaron anécdotas como la Juan Moreira de 1956, donde el conocido circense Pancho Videla, que interpretaba como extra a un personaje de nombre “Maneco”, un policía que se enfrentaba mano a mano con Juan Moreira y debía caer vencido en un pasaje de la obra, pero el público arengaba para que al momento en que tenía que caer vencido no lo hiciera, y al grito de “Maneco no cae” complicaban el desarrollo de la obra porque Pancho Videla, envalentonado por el público, se resistía a cumplir con el guión.
Miles de anécdotas como estas atesoran los habitantes de la ciudad sobre acontecimientos que se vivieron en la sala que en los últimos años fue perdiendo brillo, público y espectáculos.
El proyecto que tienen para el lugar quienes adquirieron el 50 por ciento del edificio pretende devolverle la magia a un espacio cuya mística está albergada en las paredes y en la memoria de muchos, desde los que vivieron la gran época del teatro, los que disfrutaron de películas el mismo día del estreno nacional, los que sufrían por no poder escuchar los diálogos cuando los ventiladores de metal se encendían en verano o los que concurrían hace una década a la función con descuento de los miércoles a la noche. Todos sabrán coincidir en que La Palma es el “Cinema Paradiso” de los sampedrinos. En Semana Santa, el sueño de celuloide se pondrá en marcha una vez más.