Volvió el debate sobre la nocturnidad tras clausura de boliche con menores
El fin de semana fue clausurado el boliche Valkyria, donde la policía encontró menores de edad. La clausura preventiva es por 72 horas, por lo que no afecta los intereses del comercio. La ley impide que quienes no hayan cumplido 18 años participen de actividades nocturnas. En San Pedro, como en otras ciudades del interior, las dificultades para que eso suceda están relacionadas con la flexibilidad de las autoridades y de las familias.
Decenas de mensajes en las redes sociales luego de la clausura el domingo por la madrugada del boliche Valkyria, ubicado en Balcarce entre Belgrano e Ituzaingó, advertían que la presencia de menores en ese lugar suele ser habitual. En pocos meses, es la segunda vez que ese local nocturno es objeto de inspecciones en las que la policía halla a personas que, según lo establece la ley, deberían estar en sus casas.
Eran alrededor de las 3.45 cuando varios patrulleros detuvieron su marcha frente al local bailable. Ingresaron para controlar el cumplimiento de la ley provincial de nocturnidad y, una vez más, encontraron menores de edad dentro del local.
Ello provocó la clausura preventiva del sitio, por 72 horas, y el traslado de las actuaciones al Juzgado de Paz local, que deberá definir respecto de esa sanción, que en principio parece irrisorio teniendo en cuenta que los días en los que Valkyria debe permanecer cerrado de manera obligatoria coincide con jornadas no laborales para la actividad que desarrollan.
Un debate que no cesa
San Pedro, como otras tantas ciudades del interior bonaerense, tiene la sorprendente flexibilidad como para que, ante la noticia de menores en un boliche a las cuatro menos cuarto de la mañana, la comunidad no tenga más reacciones que la de preguntarse si acaso las autoridades intervinientes no habían visto nunca esa situación.
“El que tiene 18 ya es veterano”, decía uno de los tantos que opinaron respecto de lo sucedido en el local de Balcarce al 200. Entre los hombres del negocio de la noche siempre se ha reconocido off the record que los menores alimentan ciertos espacios. De hecho, han aceptado unos y otros que la distribución del mercado se desarrolle de esa manera: menores aquí, adultos allá, mayores de tal edad acullá.
Que los menores de edad salen por la noche los fines de semana no es nada nuevo. Las leyes restrictivas al respecto no han tenido éxito, sobre todo en el interior. La ley de nocturnidad bonaerense, muy clara al respecto, pasa de largo en una ciudad donde los clubes sociales y deportivos son sede de las “previas” con menores cuyos padres prefieren que estén bebiendo alcohol allí o en sus propias casas antes de que estén “por ahí, con el riesgo que implica”.
Ese “riesgo” por cierto, suele estar más dispuesto en el otro que puede violentar la diversión propia y mucho menos en lo que implica una práctica cultural que significa la autorización explícita a los jóvenes a la ingesta de una droga legal sobre la que las autoridades sanitarias advierten que su consumo en exceso es nocivo para la salud.
Párrafo aparte merece la presencia de rostros que no condicen con la mayoría de edad detrás de las barras donde se expenden bebidas alcohólicas, una modalidad que los adolescentes suelen utilizar para recaudar fondos para sus viajes de egresados.
La letra de la ley
Son muchos los artículos de la ley de nocturnidad vigente que pueden observarse en San Pedro con un grado de cumplimiento ínfimo. La flexibilidad de los controles por parte de las autoridades y la de los padres respecto de las actividades en las que se involucran sus hijos van de la mano para ello.
Los boliches deben permitir el ingreso sólo hasta las 2.00 de la mañana, poseer cámara de vigilancia, delimitador de sonido que cortará el audio del local cuando se sobrepasen los decibeles autorizados, no vender bebidas alcohólicas después de las 4.30 de la mañana, no entregar vasos que superen los 350 mililitros ni botellas de vidrio, son parte de esas prohibiciones. La provisión de agua potable gratis y suficiente “en lugares adecuados” no es materia que aprueben muchos.
El artículo 8º de la ley es el que reza sobre los adolescentes de entre 14 y 17 años, quienes “sólo podrán permanecer en los establecimientos y locales” nocturnos “hasta las 23.00 como horario máximo”. El siguiente indica que no puede haber concurrencia simultánea de menores y mayores en instalaciones bailables, motivo de clausuras en la ciudad cada vez que hay intenciones de inspeccionar como corresponde.
La violación a esos dos artículos implica multas de entre 5.000 y 30.000 pesos y la clausura de hasta 60 días del local. “Si la violación resultare reiterada, se duplicarán los montos de las multas, y se dispondrá la clausura definitiva de la instalación comercial”, dice la ley.
Párrafo aparte merece la disposición que rige en territorio bonaerense respecto de la “prohibición de venta, expendio o suministro a cualquier título, y la entrega a domicilio de bebidas alcohólicas, para ser consumidas fuera del establecimiento” entre las 21.00 y las 10.00.