Volvieron las clases y los problemas con las obras sin terminar
En medio del conflicto docente y con el regreso de los chicos a las aulas, la problemática de infraestructura persiste como una de las máximas preocupaciones. El Consejo Escolar detalló la situación de las obras comprometidas por el Municipio en diciembre del año pasado, con el Fondo Educativo, la mayoría sin cumplir. Los casos de la Agropecuaria y la 48, paradigmáticos.
El Gobierno municipal entró en emergencia económica el viernes, un día después de que los consejeros escolares –cuatro de ellos, es decir sin Paladini ni Fernández– convocaran a una conferencia de prensa para manifestar su descontento con una resolución del Gobierno Provincial que limita su capacidad de acción ante reparaciones menores: ahora, en lugar de intervenir, deben completar un expediente y enviarlo a La Plata, por ejemplo para “cambiar una canilla”.
El enojo del Consejo Escolar está relacionado además con una situación que en San Pedro provocó la declaración de “emergencia edilicia”. En ese marco, la queja tiene datos concretos: de la multiplicidad de obras comprometidas por el Ejecutivo local en diciembre del año pasado, todas a ejecutarse con dinero del Fondo Educativo, la mayoría está sin terminar y hay casos en los que fueron suspendidas. “La mayoría de estas obras iban a estar listas algunas para febrero, otras para marzo y otras para las vacaciones de invierno”, señalaron los consejeros escolares, quienes además de detallar los compromisos incumplidos por el Gobierno hicieron lo propio con aquellas reparaciones que tuvieron a su cargo con un subsidio enviado por la Provincia, la mayoría terminados.
Los que esperan son los chicos
El estado de las catorce obras comprometidas, de acuerdo al informe de Liloff, D’Andrea, Cajide y Romagnano, es el siguiente: “la escuela 11 sigue en obra; las de las escuelas 13 y 5 de Mataderos fueron retomadas la semana pasada después de mucho tiempo; en la escuela 22 de Santa Lucía está suspendida y no cumplieron con lo prometido”.
“En la 24 de La Buena Moza no hicieron nada, cuando se habían comprometido que para las vacaciones de invierno cambiaban los techos; las de las escuelas primaria 27 y secundaria 6 fueron retomadas también la semana pasada; la escuela 6 podemos festejar que es la única que terminaron”, destacaron. “La escuela 48 iba a estar lista para febrero y sigue con muchos problemas (ver aparte); la secundaria 1 de Santa Lucía falta terminar; en la 501 está terminada la ampliación del aula taller pero no terminaron con el techo y las filtraciones; el jardín 903 ahí está, van retomando cada tanto la obra; el 906 está avanzando a fuerza de notas y denuncias”, precisaron.
“En la escuela 7, los famosos baños de los que tanto se habló, todos los días tenemos algún problema porque la obra no está hecha con la calidad que corresponde”, señalaron. Otra es la escuela Agraria de Río Tala, con un decreto firmado en octubre.
Dos casos testigo
El pasado 04 de agosto, la Directora de la escuela 48, Silvia Zubiete, elevó una nota dirigida al Intendente Guacone y a la Secretaría de Obras Públicas. Allí repitió un reclamo que hizo en diversas oportunidades, aunque ahora pidió un número de expediente para tener seguimiento, ya que se trata del tercer documento enviado.
Expresa “preocupación y angustia”, ya que finalizó el período de receso invernal y “no concurrieron a arreglar los techos”. Lo peor es que los arreglos que hicieron no dieron resultados positivos y hubo que clausurar un sector del establecimiento.
“Se llovió la biblioteca, el Sum y las paredes del pasillo, la unión de la galería nueva y se inundó el pasillo”, detalló la docente en el texto. “Amo mi profesión, amo a mis alumnos y hoy mi sentimiento es de angustia, soledad, tristeza”, señaló.
El caso de la escuela Agraria es otro que basta para dar cuentas de la situación. El 11 de octubre, el Intendente firmó un decreto para otorgarle 876.000 pesos del Fondo Educativo, destinados al “alambrado perimetral, galpón de apoyo en el predio” de Río Tala, donde se construye el edificio.
En el decreto reconocen “la necesidad de realizar una serie de intervenciones para, una vez realizada la importante obra del nuevo centro educativo en construcción, el funcionamiento del establecimiento sea pleno y óptimo”.
Sin embargo, hasta el momento, diez meses después, sólo cumplieron con la entrega del alambrado, que los propios docentes y alumnos de la escuela colocaron en el campo.
Sin el galpón, el establecimiento no tiene lugar físico para disponer oficinas y guardar materiales para el desarrollo de las actividades. Por ello en la actualidad deben guardar un tractor y una serie de herramientas en el campo de un vecino.
Además, están a la espera de la intervención en los caminos que permiten el acceso a la escuela, necesarios para la continuidad de la obra. Desde la provincia tampoco hay sanciones para quienes han permitido que el dinero se devalúe, se desvíe a otros destinos o se ejecute más que tarde.