Vivienda necesaria
Sra. Berardi. Pené mucho antes de hacer ésta nota, pero al escuchar el día martes su programa de radio, ya no me quedan dudas para hacerlo. Yo tengo una hermana de 50 años discapacitada visual, está cobrando una pensión graciable de $ 160. Ella vivió hasta Noviembre de 2005 con mi mamá, que falleció el día 7 de Octubre de un ataque cardíaco; vivían las dos solas, o sea que mi hermana la encontró por la mañana muerta. Ellas alquilaban una casa por $ 150. Cuando falta mi mamá, la dueña de la casa le sube el alquiler a $ 300. Se imagina el estado de ánimo de nosotras y en especial de mi hermana Blanca, que ése es su nombre, me pide ayuda para poder quedarse en esa casa. En eso estoy hasta hoy, pero realmente ya no sé como poder ayudarla, yo también tengo muchos gastos. Señora voy a tratar de explicarle lo que sentí hoy. Blanca, desde el año que se entregaran las 104 viviendas, se anotó en todos los planes de viviendas que se hicieron, jamás salió sorteada y según el listado que existía en ésa época, tenía uno de los primeros números. Número, que ahora quedó en el olvido. Cuando asumió el Intendente Barbieri, le dicen que se quede tranquila, que su problema de vivienda está solucionado. Ella estuvo siempre con los radicales. Jamás la atendió. La Sra. Atrip la pone en una lista de emergencia y le dice que cuando se construya el barrio que estará atrás de la Escuela 11 (Usted dijo que esas casas eran hermosas. Mi hermana la escuchaba y se ilusionaba mucho). Pero tuvo otra sorpresa: cuando se sortean los terrenos ella no figuraba, pide a hablar con Peiró: jamás la atendió, pero le dejó dicho que le habían entregado un terreno en la quinta “Picaggli”, que suponemos le van a quitar, ya que no pudo pagar las cuotas que adeuda. Cuando viene de visita a San Pedro el gobernador Felipe Solá, ella le entrega una nota cortita, explicando algo de su situación. Pasados pocos días de esa visita del gobernador, llega a casa de mi hermana una asistente social desde La Plata, que venía a solucionar su problema habitacional. Blanca le explica del terreno que tiene, pero la asistente le explica que las calles no están trazadas y la luz tampoco y se hacía imposible construir en el lugar, pero que no se hiciera problemas, que ya pasaba a la Municipalidad para solucionar todo. Mi hermana, con la emoción que tenía no atinó a pedirle a la asistente social ningún dato para poder ubicarla. Pasaron los días, el mes, y con eso la desesperación de sentirse engañada nuevamente. Pidió hablar con el Sr. Rotundo, que jamás la atendió. Pidió hablar con el Sr. Gil, que también le dijo que la llamaba, hasta hoy no lo hizo. Sra. Yo realmente no sé como puedo hacer para llegar a alguien que nos escuche y pueda resolver este problema. Y me pregunto por qué a mi hermana no. Y me pregunto por qué nadie le contesta a una persona discapacitada. Y me pregunto por cuánto tendremos que golpear las puertas. Señora, son tantos los por qué para repetirlos. Realmente se me hace muy difícil sacar a mi hermana adelante. El nombre de mi hermana es Blanca Tropani, y mi teléfono 423611. Sra. Lili ojalá lea esta nota y pueda orientarme (Blanca no sabe que le escribí). Dios la bendiga a Usted y a su familia. María Belén PD: Sra, hoy es día viernes 28 y vuelvo a escuchar el tema de las viviendas. Siempre que alquiló mi hermana y padres, no comían, pero pagaban el alquiler. Así que lo que yo estoy pidiendo, no es un regalo, sino seguir pagando, pero algo para que Blanca pueda llegar a ser dueña.