¡Viva la Ciencia! ¡Viva Nietzche!
Existen tantas religiones y creencias en el mundo como marcas de zapatos, que lejos de darle a los débiles la fuerza que necesitan, los explotan y los confunden. ¿Por qué no dejar de ser participes de este gran negocio en el que se ha convertido la religión? Las religiones históricamente siempre han ido en contra de la ciencia, de la verdad y del avance de la humanidad por no convenir a sus intereses: -Cuando Copérnico demostró que el mundo era esférico y no plano la Iglesia casi lo lincha por ir “en contra de las escrituras sagradas”. -Cuando Galileo Galilei demostró que el mundo no era fijo ni era el centro del universo la Iglesia lo hizo retractarse y quemar sus escritos por ir en “contra de las sagradas escrituras”. -Cuando Charles Darwin demostró con pelos y señas la evolución de las especies incluyendo al ser humano la Iglesia lo atacó (y lo siguen atacando) porque entonces el relato de Adán y Eva automáticamente pasa a ser falso y por lo tanto los argumentos del “pecado original” y la “salvación” ya no tienen sustento. -Cuando los científicos descubrieron que el hombre moderno y el mundo tienen mucho más de 6.000 años también fueron atacados por ir “en contra de las escrituras sagradas”. -Cuando Huble demostró con evidencias suficientes la teoría del Big-Bang (ó Big-Crunch, según se quiera ver) una vez más la Iglesia lo tachó por ir en contra del mito de la creación en 6 días. ¡Que viva la ciencia! “Cuando vean que para producir necesitan obtener la aprobación de quienes no producen nada; cuando vean que el dinero fluye a quienes comercian no en bienes sino en favores; cuando vean que los hombres se hacen más ricos a través de la estafa que del trabajo, y sus leyes no lo protegen de ellos, pero los protegen a ellos de ustedes; cuando vean que la corrupción es recompensada y la honestidad se convierte en un sacrificio personal; sabrán que su sociedad está condenada” (Ayn Rand) Hernán.