Vistas Aberturas sufrió el tercer robo en dos meses
El comercio ubicado en la avenida Bv. Moreno a metros de Belgrano, fue blanco de otro ilícito. Esta vez, dos sujetos de unos 40 años se hicieron pasar por clientes y encañonaron al dueño en su oficina. Le robaron $ 1800. Hace dos meses, el mismo local fue saqueado por delincuentes que se llevaron máquinas por un valor de $ 10.000. “Quizá me atacan a mí porque gracias a Dios tengo mucho trabajo”, dijo Pablo Ballester, el propietario.
El pasado sábado a la mañana, alrededor de las 11,30 horas, dos sujetos muy bien vestidos y que promediaban los 40 años, ingresaron al local de Vistas Aberturas para preguntar algunos precios.
El comercio, que está ubicado en la avenida Bv. Moreno 235, entre Belgrano e Ituzaingó, está muy bien reconocido en su rubro y por eso durante la mañana la circulación de clientes es intensa. Más aún, un sábado.
El propietario, Pablo Ballester, los atendió personalmente y hasta los invitó a pasar a su oficina, montada en el medio del mismo local, para escribir el presupuesto de la supuesta compra que estos dos hombres querían hacer.
Pero cuando estaban dentro, los falsos clientes sacaron de sus ropas dos revólveres calibre 38 y con estos apuntaron al comerciante. Le solicitaron “todo el dinero” pero como Ballester les aseguró que no tenía, le indicaron que abriera la caja fuerte.
“A mí me asombra la tranquilidad con la que se manejaban. Realmente parecían un cliente más. Yo le dije al primero que me apuntó: maestro, entra mucha gente el sábado. Pero me dijo, quedáte tranquilo que no va a pasar nada”, relató Ballester a este medio.
Los delincuentes lo llevaron luego hacia la parte trasera del edificio y revisaron por 20 minutos el negocio, para ver si había algún otro elemento de valor. Finalmente, le robaron $ 1.800 al dueño y las baterías de su celular. También dinero a otras personas que estaban presentes. “Mi hermano había venido a visitarme y a tomar unos mates, y le llevaron lo que tenía encima”, dijo el comerciante.
Como despedida, los ladrones le sustrajeron la llave de la puerta de entrada y se fueron cerrando desde afuera. Aunque el damnificado salió en pocos segundos a la calle, no pudo hallarlos porque habían desaparecido misteriosamente.
“Es evidente que alguien los estaba esperando. Pero no pudimos averiguar ni en qué llegaron, ni en qué se fueron”, dijo Ballester.
Tres en dos meses
La pasada semana, entre las noticias policiales figuraba un robo ocurrido en el local de Vistas Aberturas, el comercio de Pablo Ballester.
Una persona había entrado después de forzar la puerta de entrada utilizando una barreta. Dos meses atrás, un hecho más grave había sucedido en el mismo local. Esa vez, los ladrones desconocidos entraron durante la noche o madrugada y se llevaron las maquinarias que había en el local.
“En esa oportunidad me robaron unos 10 mil pesos. Tuve que sacar un crédito y comprar todo de nuevo. Gasté 7.800 pero todavía me faltan comprar tres o cuatro más”, dijo con cansancio el joven comerciante.
Según señaló, no tiene demasiadas explicaciones acerca de la serie de hechos que sufrió en tan poco tiempo. Ni tampoco resultados porque la policía no pudo todavía esclarecerlos.
“Gracias a Dios tengo mucho trabajo. Me atacarán por eso, porque piensan que tengo dinero. No sé, no se me ocurre otra cosa porque no tengo problemas con nadie, ni enemigos”, dijo resignado.
El mismo día, durante la tarde, Ballester asentó la denuncia y elaboró una especie de identikit de los delincuentes. La hipótesis es que no son habitantes de la ciudad porque además de actuar a cara descubierta portaban armas grandes, cada uno un revólver calibre 38.
“Uno era corpulento de tez oscura y el otro medio canoso, estaban bien vestidos pero no tenían ninguna marca particular, eran de unos 38 a 40 años”, explicó el damnificado. Como en tantos otros asaltos similares, el objetivo era el dinero y por eso, aunque tuvieron oportunidad de llevarse elementos valiosos de la oficina de Ballester, se marcharon únicamente con el efectivo en la mano.