Vino a pescar en familia y se ahogó a orillas de una isla en Vuelta de Obligado
Gabriel Monzón, de 22 años y oriundo de La Matanza, se ahogó en las aguas del Paraná el domingo. “Fuimos a disfrutar, a pasarlo lindo y terminamos en tragedia”, contó su cuñado a La Opinión y relató cómo fue que el río se llevó a su familiar mientras pescaban en una isla frente al paraje histórico, en jurisdicción de Ramallo.
El kilómetro 303 del río Paraná, en la zona de Vuelta de Obligado y ya en jurisdicción del partido de Ramallo, se cobró la vida de un joven turista que se ahogó mientras pescaba en una isla.
Gabriel Monzón, de 22 años, había llegado a Vuelta de Obligado desde Rafael Castillo, partido de La Matanza, el sábado, alrededor de las 7.00 de la mañana. Lo había invitado Iván Romero, su cuñado, hermano de su pareja, quien ya había venido a pescar a la zona en otras oportunidades.
Iván trajo a su hijo de 15 años y a un sobrino. Gabriel invitó a Federico, un amigo de toda la vida. El conocido guía de pesca de Vuelta de Obligado Osvaldo “Pantera” Villar los recibió. Dejaron el colectivo en el que llegaron y en lancha emprendieron viaje hacia una isla.
Allí acamparon con su propio generador de energía eléctrica. Disfrutaron el sábado de pesca y el domingo pensaban hacer lo propio hasta que la tragedia los envolvió: Gabriel Monzón desapareció en el río, que se lo llevó luego de que se desmoronara la zona donde pescaban.
Iván Romero dialogó con La Opinión, en medio de la congoja por la pérdida de un familiar. “Vinimos a pescar, fuimos a disfrutar, a pasarlo lindo y terminamos en tragedia, es inexplicable, no sabemos cómo pasó lo que pasó”, dijo.
El cuñado de Gabriel Monzón relató que en la costa de la isla donde estaban pescando habían dispuesto un palo como referencia para saber dónde se terminaba la orilla y comenzaba la profundidad. “Nos habían dicho que era peligroso y clavamos el palo para tener referencia”, contó.
“Yo estaba con él, íbamos caminando por la costa, por la orilla, habíamos puesto ese palo para no cruzarnos más allá. Tiramos la caña y estábamos ahí porque fuimos a refrescarnos los pies, no es que nos tiramos a nadar, no nos hubiésemos tirado porque ninguno sabe nadar”.
“Íbamos caminando y se hizo un pozo, caímos todos y nosotros salimos por la gracia de Dios, porque no sabemos nadar, y él gritaba ‘me lleva, me lleva’, así decía”, reconstruyó el cuñado de la víctima, también oriundo de La Matanza.
“Pasamos toda la noche juntos, no estábamos alcoholizados ni nada, dormimos en la carpa, fuimos a refrescarnos los pies y como que se desmoronó la arena y caímos todos”, agregó Romero, que declaró en la Ayudantía Fiscal de Ramallo.
“Caímos en un pozo, íbamos con el agua en los tobillos y de repente nos hundimos. Nosotros logramos salir, pero fue un minuto, él se fue un poquito más allá, teníamos una soga de 3 metros pero no llegamos, él agarró de los pies al pibe mío, de 15 años, pero no lo pudo sacar”, recordó.
“Es un dolor muy grande, era una persona muy querida, muy buena, es muy triste todo”, finalizó Iván Romero. El cuerpo fue hallado por Prefectura Naval Argentina el martes por la mañana y trasladado a la morgue judicial para la autopsia de rigor.