Vercelli pide 100 por ciento de aumento en el boleto de colectivo
La empresa es la única oferente de la licitación abierta el año pasado. El Concejo tiene hace un mes la propuesta de los nicoleños. Nadie acepta las tarifas de 20 pesos para Gobernador Castro y Santa Lucía, ni la negativa al toque de plataforma. La última reunión entre las partes reveló datos preocupantes. Los que viajan a trabajar sostienen que les sería imposible un boleto a ese precio. El juego político que traba la regularización del sistema.
El transporte público sigue en la nebulosa del “contrato precario” desde hace dos años y medio, a pesar de que hubo un pliego de bases y condiciones aprobado, una licitación pública, un solo oferente y un debate entre la empresa Vercelli Hnos. y las comisiones de Servicios Públicos y Peticiones del Concejo Deliberante que no cesa.
En el medio de todo ello, los pasajeros asisten con preocupación a una propuesta de incremento de tarifas que elevó la empresa y que significa más del 100 por ciento de incremento sobre la actual, que subió un 50 por ciento en agosto del año pasado por decreto del Intendente.
Pagar el doble por
el mismo recorrido
En la actualidad la tarifa cuesta 9 pesos para Santa Lucía y Gobernador Castro; Pueblo Doyle, 7,50; Río Tala, 7; Vuelta de Obligado, 8. Con el aumento propuesto, quedarían en 20,90 los primeros; 16,25 el segundo; 18,58 el tercero; y 16,25 el último.
El Presidente de la Comisión de Servicios Públicos Juan Almada, concejal de la oposición, coincidió con el representante del oficialismo Fabio Giovanettoni: “Es una locura”, dijeron ambos sobre el incremento del boleto.
Ante la consulta que La Opinión les hizo por separado, ambos coincidieron también en señalar que durante la última reunión que mantuvieron los ediles con los representantes de la empresa, estos reconocieron que en el servicio urbano recaudan “120 pesos diarios”, por lo que es deficitario y “se compensa con la tarifa de las localidades”.
“Si Vercelli hoy cumple este mismo servicio cobrando 7 y 9 pesos, ¿cómo justifican saltar a 18 pesos y 21, como está escrito?”, se preguntó Almada y aseguró: “No puede ser, es excesivo”. Por su parte, Giovanettoni señaló: “Si la empresa tiene un poco de predisposición, el Concejo lo va a aprobar, pero con estas tarifas, no”.
Tocar plataforma
El debate tiene dos temas de interés sobre los que tampoco hay acuerdo entre lo que dice el pliego, lo que quiere la empresa y lo que puede el Concejo Deliberante. Sobre el toque de plataforma en la Terminal, la licitación a la que se presentó Vercelli es clara: debe hacerse. Sin embargo, la empresa no quiere.
Al concesionario de la estación de ómnibus le ha costado bastante ese tema con todas las compañías, al punto de que una de las principales apenas paga 3.500 pesos mensuales por ello.
“No hay ninguna posibilidad de que Vercelli no toque plataforma”, fue tajante el titular del bloque guaconista, quien informó que en la última reunión los representantes de la empresa quedaron en dialogar con el responsable de la Terminal.
Vercelli en la actualidad, dentro del contrato precario mediante el que presta el servicio, delimitó espacios de transferencia en San Martín y Pellegrini, por un lado, y Oliveira Cézar y Mitre, por el otro. Para solucionar lo que dice el pliego, propuso hacer lo propio sobre calle Gomendio, a la altura de la estación de ómnibus. En el Concejo no tienen acuerdo para ello.
La Buena Moza, paraje olvidado
Los vecinos de La Buena Moza reclamaron sin cesar porque para tomar un colectivo tienen que caminar unos 2,5 kilómetros hasta el puente. Llueva, truene o haya sol. El pliego los contempló y obliga al concesionario del servicio a entrar al paraje, al menos en los horarios de colegio: a la mañana temprano, al mediodía y a la salida de la escuela.
Sin embargo, Vercelli no quiere. Lo más extraño es que la empresa ofrece reducir hasta un 25 por ciento (cinco pesos, aproximadamente) el boleto si el Concejo accede a que no entre a La Buena Moza, por un lado, y a que no ponga refuerzos en el primer servicio matinal, por el otro.
“En todo el mundo viajan 10 o 15 personas paradas”, les dijo Germán Vercelli a los concejales en la última reunión. Tal vez olvidó que los colectivos circulan nada menos que por la autopista más transitada del país.
Entre las propuestas de la empresa figura disponer un micro que lleve a los pasajeros de La Buena Moza hasta el puente. Eso sí, siempre y cuando la Municipalidad ponga chofer y combustible. Guacone casi que quiso, pero sus funcionarios coincidieron con los concejales en que la idea era “un disparate”.
Un juego político
Vercelli sabe que su llegada salvó a Guacone del escándalo del abandono de Caso en 2010, con la firma de un convenio a todas luces irregular, que dejó al Municipio en una situación rayana a lo ilegal, que le valió una interpelación y una denuncia penal al intendente.
“Está jugando con que es el único oferente”, dijo uno de los que analiza el pliego y las propuestas de la empresa nicoleña desde el Ejecutivo. Allí, reconoce, hay temor de continuar con la irregularidad actual, por lo que quisieran que esto se apruebe cuanto antes.
“Nosotros le vamos a poner la tarifa, por más que no les guste”, sostuvo un concejal de la oposición, al tiempo que un compañero suyo de bloque opinó que a la empresa tal vez le convenga el estado actual de cosas: “No tocan plataforma, no pasan por La Buena Moza, no ponen refuerzos a la mañana, el aumento de tarifas se los dio el Ejecutivo por decreto, qué más quieren”, señaló.
De subsidios, tarifas y cálculos
Guacone casi va a Comisión Investigadora por los subsidios a Vercelli. Es que la información con que ejecutaba esos beneficios el Gobierno nacional nunca había sido actualizada. El año pasado, la empresa percibió un total de 3.298.670,96 pesos, un promedio de 275 mil pesos mensuales. En los dos primeros meses de 2013, acumularon 399.998,04 pesos, lo que redujo el promedio a 200 mil mensuales. Aún así, ese monto promedio supera la estimación que la propia empresa hizo en su cálculo de costos para determinar la tarifa. Allí, hablan de compensaciones por 1.364.831 pesos.