Venden más artefactos eléctricos para calefacción
La crisis energética derivó la atención de los usuarios a la calefacción con energía eléctrica. Las bajas temperaturas registradas, hacen que los usuarios se quejen porque “el gas no calienta”.
Este año, las bajas temperaturas, llevaron a muchos a rememorar los “viejos inviernos sampedrinos”. Comenzaron los primeros fríos y la protesta de la gente, sumada a los inconvenientes del suministro de gas complicaron el panorama.
No importa si en “máximo” o en “mínimo”, pero la diferencia de temperatura se siente cuando los usuarios reciben la factura en su casa. A diferencia del año pasado, los comercios de electrodomésticos vendieron más productos de consumo eléctrico que de gas.
El aumento de tarifas, ayuda a que el ciudadano entre en calor y la Coopser se pondrá contenta mientras más artículos de consumo de energía eléctrica se pongan en marcha, aunque esto también perjudique la crisis que vive ese sector y que ya ha provocado apagones reiterados en distintos puntos del país, aunque hasta el momento, San Pedro no ha superado la línea de crisis. No importa que un artefacto a gas bien calibrado obtenga un rendimiento calórico mayor y por consiguiente, mayor economía.
Los usuarios este año, al menos en nuestra ciudad, se asegurarían la calidez del hogar a través de la electricidad.
El gas que no calienta
Los entendidos en el tema aducen que el problema no pasa por la calidad del gas. Si bien es cierto que dentro de lo que nosotros llamamos “gas” hay varias clases (propano, butano y el conocido metano) se encuentran mezcladas en lo que conocemos como gas natural y siempre es el mismo. San Pedro está abastecido por el troncal de un gasoducto que tiene su origen en Salta, es decir que el gas viaja por una cañería recorriendo varios kilómetros y pasa por diversos lugares antes de llegar. La fuerza calórica del gas depende de la presión que mantenga esa cañería y no sus componentes en si, porque siempre es el mismo, el gas no sufre destilaciones como otros combustibles que dan como resultado distintas variedades más o menos refinadas, que las vuelve de mayor o menor potencia. En el yacimiento se toma una parte que se envasa para tubos y garrafas y el resto se libera por las cañerías. Según sostienen los responsables del suministro “no es posible de modo alguno cambiar sus componentes” para que sea más o menos potente pero, sí se puede lograr mayor o menor presión, y esto se obtiene cerrando válvulas para producir un circuito más corto y menos diversificado provocando que algunas zonas no tengan gas.
Debido a la demanda y en medio de esta crisis energética, se prioriza el beneficio del suministro temporalmente.
Por ejemplo por lo general se cierran primero las válvulas que proveen el gas a las estaciones de servicio, porque se puede reemplazar momentáneamente por otro combustible, luego le toca el turno a las industrias, por las mismas razones y conjuntamente se les suele otorgar un subsidio en otro tipo de carburante mientras dure la veda. Siempre se prioriza a las viviendas, sobre todo en épocas de altas demandas como la invernal.
Por lo menos esta es la política de racionalización que emplea este Gobierno, hasta tanto se concreten nuevas inversiones en el sector energético.
Pese al esfuerzo que las empresas proveedoras realizan para lograr un buen suministro de gas, el servicio es deficiente y como dice la gente “el gas no calienta lo mismo”.