Vecinos de Villa Jardín elevaron un petitorio a la Municipalidad contra las fiestas en el camino al aeroclub
Son alrededor de 50 familia las afectadas y las que firmaron la solicitud para evitar que en al menos ocho quintas que se alquilan sigan desarrollando eventos como fiestas, cumpleaños y despedidas. “Música alta, disturbios, ruidos molestos, karaoke, corridas, gritos, todos los días, tuvimos en diciembre hasta cinco días y cinco noches seguidas, no para nunca”, se quejaron ante La Opinión Cristina y Silvia, voceras del grupo que sostuvieron haber sufrido represalias.
Vecinos de la zona del barrio Villa Jardín, camino al aeroclub, elevaron un petitorio al Municipio para reclamar por las fiestas que tienen lugar en al menos ocho quintas que se alquilan como si fueran salones de eventos para el desarrollo de cumpleaños, casamientos, despedidas y todo tipo de celebraciones que implican música a alto volumen.
“Música alta, disturbios, ruidos molestos, karaoke, corridas, gritos, todos los días, tuvimos en diciembre hasta cinco días y cinco noches seguidas, no para nunca”, se quejaron ante La Opinión Cristina y Silvia, voceras del grupo de 50 familias afectadas. “Hacen fiestas al aire libre, en lugares que no reúnen las condiciones necesarias para ese tipo de eventos”, señalaron y denunciaron: “Son quintas de encumbradas familias del centro que no viven acá y alquilan las quintas”.
Aseguran que en muchas oportunidades llamaron a la Dirección de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad y a la Patrulla Rural, “pero no pueden hacer nada”. En ese sentido, describieron: “Cuando lo llamamos a (Ángel) Burgos nos dice ‘sí, m’hija, ahora vamos’, pero viene la patrulla y no puede hacer nada. Una vez hasta empujaron a un inspector, les dicen de todo”.
Las vecinas que encabezan el reclamo aseguraron haber sufrido represalias: desde alambrados cortados y casitas para chicos destruidas hasta excremento humano desparramado por su patio. “Se puede hacer una fiesta, pero no que dure 24 horas”, se quejaron. “El sábado hubo ocho fiestas a la vez. Empezaron a las 11.00 de la mañana y terminaron el domingo a las 21.00”, aseguraron.
“Este verano no pudimos comer un solo asado en el patio”, dijo una de las voceras. El reclamo es claro: quienes alquilan las quintas no tienen autorización para eventos. “Confunden la autorización a alquilar la quinta para pasar el fin de semana con el alquiler de un salón de eventos”, explicaron las impulsoras de la protesta.