¡Vaya novedad…!
Sra. Lili: Esto que plantean las empleadas de las casillas de información no es novedad para ninguna de las personas que estamos trabajando en relación con esta área, ya sea particular o municipal. En mi caso comencé a trabajar en el año 2000 en el área, lo hice hasta Semana Santa del año 2005, en que renuncié por problemas parecidos. Muchas exigencias y nada de reconocimiento, ni como personas ni como empleados. Ya en esos años peleábamos por un reconocimiento y una paga como pasantes, lo cual costó muchas idas y venidas del director del establecimiento. En ese entonces, quien incluso era el que nos pagaba en nombre del municipio. Jamás nos abonaron en término ni lo acordado, pero no por ser responsabilidad del Director del establecimiento, ni de la Coordinadora (que si bien es cierto no le preocupaba demasiado el tema, la cuestión era que las cosas se hicieran) sino del responsable directo del área. Nunca hubo espacio ni dinero para las personas que nos esforzamos siempre y mucho para recepcionar a todos los que entran a nuestra ciudad, poniendo nuestro mayor empeño en darles un motivo para que vuelvan. Es como si todavía los que tienen el sartén por el mango no se dieran cuenta que esta industria se mueve alrededor de personas, que no somos máquinas a las cuales no se les da el cuidado debido para que funcionen y que si dejan de servir se emparcha o las cambian. Digo se emparchan porque cuando en una época no quiso quedarse ninguna de las profesionales en turismo, por este problema, recurrieron a los del plan trabajar, quienes debido a la gran cantidad de horas que exige esta tarea terminaron por retirarse paulatinamente sin que nadie se los pidiera. Ud. pregunte qué cantidad de personal tiene esta área que sean municipales y que estén en el tema, no personal que ocupa un cargo pero que no tiene ni la más remota idea cómo se trata a un turista o que es lo primero que hay que ofrecerles. Una sola persona!!! El Instituto 118, por años estuvo formando profesionales en turismo porque se suponía que todos iban a encontrar trabajo en una ciudad que soñaba con ser turística. Jamás hubo un proyecto de trabajo en común con el área municipal y el establecimiento en estos años. Se trató. Hubo profesores que fueron muchas veces a rogar para que los estudiantes o egresados pudieran estar respaldados, cuidados, pero jamás sucedió. A los responsables del área jamás se les ocurrió llegar hasta las casillas y conocer a quienes están representándolos, sus necesidades, sus inquietudes, cómo se visten, cómo hablan, es como si les diera lo mismo. La casilla del centro hace años que sufre la misma gotera. ¿Pusieron un baño en la que está en la entrada a nuestra ciudad? ¿Si está cerrado Don Valentini, donde hace sus necesidades el personal? ¿Qué quisieron inventar colocando una casilla en la zona costera, si es una boca de lobo? Son muchos los forúnculos que tiene esta área y que alguna vez tienen que reventar para no terminar muriendo de infección. Realmente creo que tenemos un Dios aparte o que San Pedro tiene su mano extendida sobre nosotros para protegernos. Señora Lili, haga a conciencia un recuento de las alternativas que tienen nuestros turistas, siempre y cuando no llueva y no sean familias numerosas. -Cabalgatas: por un camino que no se puede transitar (el responsable de este emprendimiento es un engranaje más en la rueda y solo no sirve). Sé que muchísimas veces ha pedido ayuda, no en dinero, ni en plan trabajar, ni bolsas de mercadería, ni en un puesto municipal, sino simplemente para que hagan algo con la entrada a su establecimiento porque nos beneficiamos todos los demás. -El sueño del Tano: imposible circular por los 200 o 300 m. sin pavimentar si llueve un poquito. Hace mucho que se viene pidiendo que mejoren el camino. Es privado pero es un lugar del pueblo, como dicen los turistas y la calle no es privada, es “pública”. Son dos ejemplos que pongo sobre los que los turistas hacen mucho hincapié, incluso muchos se vuelven porque los asentamientos les generan un poco de temor. Tenemos una ciudad bellísima, pero no por las obras públicas que se han hecho, que ha mejorado un montón una parte de nuestra ciudad, sino por una naturaleza que nos beneficia con todas sus riquezas, a las cuales nos faltaría agregar el aspecto humano. Los que recibimos a los que llegan a nuestra ciudad somos la cara visible de todos los ciudadanos de San Pedro. Porque si no lo hacemos como corresponde, no dirán fulana o sultana sino que todas las personas en esta ciudad son un desastre. ¿Tanto les cuesta cuidar un área que deja mucho a nuestra ciudad? ¿Hicieron números? Se llevarían una sorpresa, porque es mucho lo que deja año tras año. Y sino, cómo se explica la cantidad de viviendas que se están construyendo para los turistas? ¿Cómo no se les ocurre ponerse las pilas de una vez por todas y armar un buen plantel de turismo con personas capacitadas en el área? Desde ya creo que debe ser totalmente independiente de otras áreas, y tener un presupuesto propio. No se puede desvestir un santo para vestir a otro. Uno desde su lugarcito trata de que se lleven la mejor impresión y que vuelvan pero muchas veces no alcanza. En fin, hay demasiadas cosas en el tintero que no vale la pena volcar. Pero vuelvo al principio: ¡NADA DE ESTO ES NUEVO! M.B.C. [i]N. de la R. El planteo de esta carta se relaciona con las medidas de fuerza que iniciaron empleadas de las casillas de información turística, situación en la que interviene además la delegación local del Ministerio de Trabajo. [/i]