Usurpación: Cómo era la casa que tomaron en San Martín 255
Las parejas y niños que el jueves abandonaron la vivienda que habían usurpado el día anterior, lo hicieron en medio de un disputa con pares y del temor por las amenazas que estaban recibiendo. No hay investigación abierta para dar con los instigadores o quienes aportan datos precisos para quedarse con viviendas de alta valuación por sus características. #Video
El mayor de los jóvenes que permanecía a la cabeza del grupo que desde el miércoles ocupó una casa en calle San Martín 255, tiene 22 años. Las mujeres que lo acompaban apenas no superaban los 20. Aún asi´y con los niños a su cargo estuvieron más de 12 horas viviendo en una casa céntrica, con todos los servicios, ambientes, dependencias, patio y algunos enseres que les permitieron pasar una noche lejos del lugar donde habitaban.
El inmueble que está en manos de la Inmobiliaria Sánchez Negrete tiene habitaciones, living comedor, cocina comedor, dependencias de servicio, patio y galpón. Está a la venta y la sucesión en manos de una abogada que representa a una mujer que ahora vive en el exterior y que es descendiente de la dueña que falleció en diciembre de 2016. "Ahí funcionó la peluquería Di Diego", explicaban los vecinos esa tarde en medio de la confusión que generó por una parte, la mudanza de la sede de los trabajadores municipales y, por el otro, la ocupación por un número indeterminado de personas entre las que había tres o cuatro menores, según pudo observar La Opinión.
Los ocupantes conocían muchos detalles, entre otros el domilicio de la heredera, argumentos legales y antecedentes que les permitían pensar que podrían seguir habitando el lugar como tantos otros usurpados en pleno centro de la ciudad y que han sido motivo de investigación de este medio al encontrar métodos y personas de muy buen pasar que al tiempo aparecen como nuevos dueños.
Tras pedir ayuda y asustados por las amenazas que recibían, los ocupantes querían dejar el inmueble y no encontraban el modo de salir sin ser identificados hasta que lograron escapar caminando algunos hasta una camioneta y otro con un niño en bicicleta. La casa había quedado abierta hasta que más de veinte minutos después llegó el dueño de la inmobiliaria con la llave. Recorrió las habitaciones, observó la ventana trasera que habián barreteado para ingresar y dijo que su único contacto con la nueva propietaria era un mail.
En el living, con dos arañas de época, suelo de granito y paredes pintadas de verde, un cuaderno mostraba contactos y direcciones que alguien estuvo revisando junto a algunos libros y otros objetos que estaban sobre el piso. Desde floreros a adornos, pasando por colillas de cigarrillos próximas a los colchones que los ocupantes utilizaron para pasar la noche. Apenas algunos comestibles y bebidas en el sector de la cocina, galletitas y llaves sobre macetas o en el suelo como si las "hubiesen probado todas".
Tres ambientes habían quedado cerrados con llave mientras la segunda puerta de acceso al terreno del patio, era la que los jóvenes utilizaron para comunicarse con la prensa.
Frenta a la Terminal de Omnbus un inmueble permanece usurpado desde hace tiempo, en junio de 2016 una casa en Saavedra al 700, poco después una gran propiedad en Obligado al 800 fue usurpada por una mujer y su hija. Tenía 8 habitaciones, garage, cocina, patio, cocina, comedor y amplio living.