Una tragedia y un riesgo latente
El día de Navidad un joven de 20 años pereció ahogado en el riacho Baradero. Ese mismo día salvaron a una persona en Vuelta de Obligado. La escasa señalización anima a los visitantes a arrojarse a las aguas.
Un desgraciado episodio que se produjo en la tarde del 25 de diciembre reactivó una problemática de hace años y que carece de una decisión puntual que favorezca a la población. Puntualmente tiene que ver con la escasez de lugares abiertos para llegar a la costa del río y poder bañarse con normalidad en sectores debidamente habilitados y controlados. La tragedia que se cobró la vida de un joven de 20 años es el hecho puntual pero hubo un caso más que, por la intervención de otros bañistas, se logró evitar. Allí nacieron los reclamos, no solo por la falta de lugares correctamente habilitados sino también por la falta controles en lugares concurridos.
La interminable ola de calor hizo que mucha gente se acercara a la costa y esto a su vez aumentó el riesgo. Según se pudo establecer en diversos sectores del riacho San Pedro y riacho Baradero, grandes y chicos, se arrojaron a las aguas sin conocer el peligro reinante, sin siquiera respetar los mismísimos sectores que están señalizados escasamente, entre ellos Vuelta de Obligado.
“Si hubiera playas habilitadas y abiertas al público esto no hubiera pasado”, dijo un vecino testigo de lo que había sucedido. La falta de playas públicas es una cuestión que se viene reclamando desde hace tiempo. Es cierto que existen proyectos pero aún se está muy lejos de poder concretarlos. Desde la Dirección de Turismo se anuncia una ambiciosa iniciativa en la zona del Paseo Público, pero para ello hay que sortear el litigio que mantiene con Actur y luego comenzar a trabajar. La intención es habilitar una playa en el sector lindante con el Club Náutico, pero para eso falta mucho.
Mientras tanto, las obligaciones son otras y las urgencias también, habrá que pensar en la prevención y en la concientización, para quienes concurren a los lugares costeros sepan en donde se pueden bañar y en donde no.
Tarde fatal
El hecho más grave se produjo aproximadamente a las 16 horas del sábado 25. El desgraciado episodio aconteció sobre las aguas del riacho Baradero, en inmediaciones del sector conocido como la balsa nueva. Allí un joven de 20 años, identificado como Maximiliano Acevedo, oriundo de nuestra ciudad, había concurrido con otras personas a disfrutar de la tarde y en un determinado momento se arrojó a las aguas. Según se supo el desafortunado joven se aprestaba a cruzar hacia la otra orilla hasta que en un determinado momento comenzó a pedir auxilio, las personas que se encontraban en la costa no pudieron asistirlo y terminaron siendo testigos de la trágica situación.
Acevedo se hundió en medio del riacho, donde la profundidad supera los cinco metros y desapareció de la superficie. Tres embarcaciones de Prefectura concurrieron al lugar y comenzaron con el rastrillaje del cuerpo. Pasado el mediodía del domingo se halló sin vida el cuerpo del joven a unos 2000 metros de donde había desparecido.
A la tarde siguiente, sobre las aguas del Río Paraná, en Vuelta de Obligado, un hombre identificado como Ramón Cabrera de 30 años y oriundo de Gobernador Castro salvó su vida de milagro.
“El hombre estaba jugando en el agua con algunos chicos y en un momento se alejó a buscar la pelota que se le había ido lejos”, explicó Alexis, testigo directo de lo que había sucedido. “Era un sector playo pero se nota que de repente se encontró con el canal y desapareció de la superficie. Uno de los chicos que estaba conmigo me alertó sobre lo que estaba pasando, miro y veo que solo asomaba una mano. Fui, me acerqué, y logré agarrarlo antes de que se hundiera”, aseguró el hombre.
“Lo llevamos hasta la playa, logramos hacerlo reaccionar hasta que llegó la ambulancia y lo atendió mejor. El cartel de prohibido bañarse estaba pero nadie le hizo caso, nadie obedeció”, dijo. Cabrera fue asistido por personal de Prefectura, Inspección General y la ambulancia de Gobernador Castro.