Una película sobre el impacto de la intervención del hombre en las islas
Un documental para la Fundación Humedales pondrá en pantalla las ventajas ecosistémicas de los humedales y el impacto negativo de terraplenes y endicamientos. El autor tomó imágenes de la zona de islas, donde hay construcciones sin permiso y contra todas las leyes vigentes.
El documentalista Marcelo Vinas, autor del reconocido film Hambre de Soja –sobre las consecuencias de la sojización en el país–, hizo un recorrido aéreo, terrestre y fluvial por la zona de islas. Se llevó imágenes de los terraplenes ilegales de Forestadora del Delta en la isla de Barbé y del productor agroganadero Antonio Passaglia frente a Papel Prensa, ya en jurisdicción de Baradero.
Vinas prepara un documental para la Fundación Humedales, en el que dará cuenta por un lado de los servicios ecosistémicos –agua potable, moderador del clima, amortiguador inundaciones, turismo, sumideros de carbono, biodiversidad, pesca, etc.– y por otro de los impactos de terrapalenes y endicamientos, sobre todo aquellos que están cerca de las zonas urbanas.
El cineasta sobrevoló el Paraná el día del medio ambiente, acompañado por el sampedrino Enrique Sierra, quien compartió con La Opinión una serie de fotografías, de las cuales dos ilustran esta página.
Las imágenes filmadas desde el aire en la zona de islas locales son las últimas para la película, cuya distribución será gratuita, con el fin de que sea una pieza de uso educativo y para concientización, que estaría listo en un mes.
Impacto negativo
Los terraplenes y endicamientos en la isla están regulados por leyes nacionales, provinciales y por ordenanzas locales. En el caso sampedrino, la costa es Área de Reserva Natural Protegida, desde el límite con Ramallo hasta que empieza el partido de Baradero.
A pesar de las ordenanzas sancionadas –una en 2000 y otra en 2004–, la presencia del Estado local es casi nula. Sin embargo, el impacto de los terraplenes es grande en el Delta. También lo es para la población urbana próxima, sobre todo para aquella expuesta a las fumigaciones aéreas.
La ganadería extensiva de alta carga provoca cambios en el régimen hídrico por obstrucción de cursos de agua, drenajes (canales) y endicamientos; pérdida y/o deterioro de humedales; compactación del suelo; pastoreo sobre flora apícola; pérdida de calidad de agua; sobrepisoteo y sobrepastoreo; facilitación para el establecimiento de especies vegetales exóticas y/o no palatables (comestibles para el ganado); impactos sobre la fauna nativa (especialmente aves); quemas sin control que resultan en pérdida de flora nativa, muerte de colmenas, incendios en forestaciones, pérdida de suelo orgánico y eliminación de fauna silvestre nativa.
La agricultura intensiva genera cambio del régimen hídrico por endicamientos; pérdida de humedales; reemplazo total de la flora nativa y homogenización del paisaje; pérdida de biodiversidad; contaminación del agua por uso de agroquímicos; muerte de insectos (pérdida de colmenas), peces y otra fauna nativa por contaminación por agroquímicos; desplazamiento de pobladores locales; y pérdida de identidad cultural.
Dos casos testigo
Forestadora del Delta S. A. es la empresa titular de la conocida isla de Barbé, frente a la zona ubicada entre Las Canaletas y Cantando en el Río. La compañía adquirió esta tierra cuando compró la quiebra de Celulosa Jujuy. Su titular fue Carlos Eisler hasta el último traspaso, a nombre de Alejandro Gooding.
Los trabajos sobre el extenso terraplén construido nunca se detuvieron. Nada arredró a la empresa: ni las denuncias, intervenciones oficiales ni la muerte de un joven de 35 años que cayó con una máquina en zona de endicamientos.
Como puede apreciarse en las imágenes que ilustran esta página, en el terraplén “observamos el barbecho de cana de maíz”, destacó Enrique Sierra y explicó: “En las líneas paralelas al canal de desagote hacia el sur, hacia la laguna, tenía agua el suelo; algunos choclos se encontraban en la plantas. No habían sido cosechados. Calculamos por el suelo con agua”.
Una de las imágenes (foto 1) muestra un camino. Es el canal principal que desagota al riacho San Pedro. Tiene alrededor de 20 metros de ancho por unos 2 a 3 kilómetros de largo, como el terraplén.
En otra (foto 2), puede apreciarse la proximidad del terraplén y la zona cultivada con el barrio Las Canaletas, cuyo grado de urbanización es cada vez más importante.
El documentalista relevó además imágenes del terraplén construido sobre el riacho Baradero, frente a Papel Prensa. Se trata de una propiedad del productor agroganadero Antonio Passaglia, cuyas hectáreas terraplenadas ascenderían a más de 14.000.
“El terraplén tiene más o menos cuatro metros de alto, o sea que los canales donde se sacó la tierra tienen cuatro metros de profundidad”, detalló Sierra.