Una ordenanza para evitar los camiones en la zona urbana
El oficialismo elevó un proyecto para regular la circulación del transporte de cargas y la operatoria de reparto, descarga y abastecimiento en la ciudad. Hay cuatro zonas delimitadas, con restricciones y prohibiciones. Además, una red de avenidas por la que deberán transitar los camiones de hasta 30 mil kilos. Las empresas distribuidoras que operan en la ciudad siguen con atención el tratamiento del expediente.
Luego de la polémica por la puesta en vigencia de la norma que obliga a todo camión cargado que salga de San Pedro a pasar por la balanza ubicada en Crucero General Belgrano y pagar 200 pesos por el pesaje, el oficialismo elevó al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que busca regular la circulación del transporte de cargas en la zona urbana.
Con delimitaciones precisas, el expediente plantea una serie de zonas por las que no se podrá circular sino con vehículos de carga menor, con el plan de tercerizar una playa de transferencia para que las empresas puedan operar desde camiones de gran porte a los habilitados a hacer reparto en el ejido urbano.
Cambiemos considera necesario “preservar la red vial de San Pedro ante el constante deterioro que ocasiona el tránsito pesado”. Para ello, presentaron este proyecto que se propone evitar “los abusos y el descontrol vehicular”.
En una etapa de ajuste a raíz de las problemáticas financieras que atraviesa el Estado local y que deberá afrontar el año que viene, de acuerdo a las nuevas pautas fiscales de Provincia, hay quienes consideran que el cumplimiento de esta ordenanza, si se sanciona, será de muy difícil control.
Entre las empresas del sector ya hay cierta alarma, aunque esperan que el debate avance para impulsar algunas modificaciones que consideran necesarias. El Centro de Comercio ya está en conocimiento y también espera formar parte del tratamiento en comisión.
Las zonas importantes
El proyecto divide a la ciudad en zonas. Como puede apreciarse en el gráfico que ilustra esta nota, la Zona I comprende la avenida costanera, entre Rómulo Naón y Ansaloni; Naón, entre la costanera y 3 de Febrero; esa avenida y su continuidad como Boulevard Moreno hasta 11 de Septiembre; de allí a Saavedra y Ansaloni.
La zona II, desde Boulevard Moreno, por 11 de Septiembre, hasta Lucio Mansilla; desde allí, por Juan B. Justo, hasta Sarmiento y luego hasta 3 de Febrero. El resto es la Zona III.
Hay además una denominada “red de avenidas”: Sarmiento, 3 de Febrero, Boulevard Moreno (entre Mitre y La Laguna), 11 de Septiembre, Rómulo Naón (entre España y 3 de Febrero), Juan B. Justo,
Lucio Mansilla, Estrada (entre Ruta 191 y acceso al Aeroclub), Mitre (entre Del Pardo y Juan B. Justo), y Crucero General Belgrano.
Los camiones que superen los 12 mil kilos brutos no podrán circular en las zonas I y II; en la III sólo podrán hacerlo aquellos que pesen hasta 18.000 kg. Por la denominada “red de avenidas” sólo podrán transitar los vehículos que alcancen hasta 30 toneladas. Así, la “carga pesada”, que va de 30.000 a 45.000 kg., máximo autorizado, sólo podrá entrar y salir de la ciudad en lo que será la “vía pública establecida previa y expresamente en el Permiso Especial autorizado por el Municipio”, según plantea el proyecto.
En las tres áreas queda prohibido estacionar camiones cargados. En cuanto a aquellos que estén vacíos, sólo podrán hacerlo los que no pesen más de 5 mil kilos. Acoplados y semirremolques no podrán permanecer en esas zonas. En Ruta 1001, entre Crucero General Belgrano y el Corralón Municipal, no podrá estacionar ningún camión.
Dónde y cómo será la carga y descarga
Además de la restricción del peso, el proyecto plantea prohibiciones respecto de la operatoria de carga, descarga y reparto, con espacios, horarios, días y meses.
En la Zona I, entre octubre y marzo, podrá operarse de lunes a sábado de 10.00 a 13.30 y de 16.00 a 00.00. Entre abril y septiembre será hasta las 22.00.
En la Zona II será igual, aunque hasta las 13.00 y a partir de las 18.00. En la III no habrá restricciones de días ni horarios.
Hay una zona denominada “Centro”, delimitada por las calles Rivadavia, 3 de Febrero, Pellegrini, Libertad, Mitre, Boulevard Moreno, Belgrano, y Liniers/Yrigoyen. En esa área, sólo se podrá operar por un máximo de 30 minutos y en los horarios establecidos. El espacio para carga y descarga en el centro será “sobre los cordones amarillos que cuenten con un cajón punteado de color blanco”. En el resto de la ciudad podrá ser frente al local comercial. Si hay necesidad de descarga de bultos grandes o en cantidad importante, deberá pedirse un permiso especial en Tránsito.
Estará prohibido dejar mercadería en la calzada y estacionar sobre el cordón izquierdo, las ochavas, las sendas peatonales y otro lugar que “afecte la seguridad, visibilidad o el tránsito”. Podrá haber descarga frente a obras en construcción, con señalización a través de vallas o carteles indicadores.
Las mudanzas no tendrán restricción siempre y cuando la tara de vehículo a utilizar no supere los 4 mil kilos, en cuyo caso deberá gestionarse un permiso en Tránsito, que asignará un horario.
Una playa de transferencia
Los vehículos de reparto no podrán superar los 12 mil kilos de peso bruto, lo que obligará a muchas empresas a modificar su lógica de funcionamiento actual. En algunos casos deberán reemplazar vehículos. En otros, estarán impelidos a contar con un espacio de transferencia desde camiones de gran porte al que se aviene a la norma.
Por ello, la propuesta de ordenanza faculta al Gobierno a hacer un llamado público para tercerizar la instalación de una playa de estacionamiento de camiones y transferencia de cargas, que deberá ofrecer servicios acordes (baño, gomería, comedor) y contar con balanza.
El pesaje sigue en debate
La propuesta para regular la circulación de transporte pesado establece “de manera obligatoria el pesaje para toda carga de arena y tosca” y cita el decreto de la polémica de las últimas semanas, cuya letra obliga a cualquier camión que cargue cualquier cosa en San Pedro para salir de la ciudad a pasar por la balanza y pagar la tasa, que bajaron de 661,50 a 200 pesos.
El gravamen, hecho a medida de los camiones areneros, señalados como principales responsables del deterioro de las rutas, afecta a todos los rubros.
“Independientemente de la areneras, también hemos tenido reclamos por otros socios ya que parece que no es demasiado congruente la ordenanza y menos el decreto”, señaló a La Opinión el presidente del Centro de Comercio, Mauro Troilo.
Consideran que hay “un fin recaudatorio” y no ven la contraprestación de la tasa –que eso es, no un “derecho”, como planteó públicamente el gobierno–, por lo que ya llevan varias reuniones y evalúan pedir una audiencia con el intendente para tratar el tema.