Una mamá denunció que su hija sufrió bullying: “Los chicos deben ser monitoreados, no perseguidos”, resaltó
La docente que advirtió que la semana pasada llevó a la Justicia los agravios y burlas que recibió su hija menor de edad en un grupo de WhatsApp dialogó en Sin Galera con Lilí Berardi y contó cómo detectó la situación y por qué decidió actuar de esa manera: "Puntualmente fueron dos o tres mensajes que hicieron que yo decida hacer la denuncia. Hable primero con ella le explique qué pensaba y cómo". Y agregó: "Estas cosas pasan y después nos preguntamos qué hacen los adultos".
La semana pasada el parte policial del 8 de septiembre llegó con una denuncia poco habitual que realizó un día antes una mamá que fue a la Comisaría e informó que su hija de 14 años fue víctima de agravios y burlas en un grupo de WhatsApp que comparte con alrededor de treinta adolescentes, es decir, le hicieron bullying.
Son escasos los hechos de esas características que llegan a la Justicia en proporción a la cantidad que existen y, en diálogo con Lilí Berardi en Sin Galera, Gabriela explicó cómo detectó la situación y por qué decidió ese camino.
"Le pido el celular por una cuestión de trabajo y observó en un grupo de WhatsApp que había 60 mensajes sin leer. Le pregunté porque me parecía raro y me contó que ella no estaba contestando las agresiones y había dejado de escucharlas por lo que le generaba", contó.
"Le propuse escucharlos juntas y puntualmente fueron dos o tres mensajes que hicieron que yo decida hacer la denuncia. Hable primero con ella, le explique qué pensaba y cómo y al principio ella no estaba segura pero cuando le expliqué cuál era mi punto me dijo tenés razón y eso me llevó a llevarlo a la justicia porque me parece que es el lugar adecuado", agregó.
La mujer analizó también por qué sintió que el camino correcto fue radicar la denuncia que recayó en la Fiscalía Nº 7 de Viviana Ramos y aseguró que "desde 2013" tanto el "bullying" como el "grooming" se "toman muy enserio" y está "penado por ley".
"Esto no se trata de criminalizarlas, pero si tienen que aprender el uso responsable de las redes. Cuando mandan un mensaje no lo están mandando a un dispositivo sino que también hay del otro lado una adolescente. Con el tema de la pandemia, los chicos están más conectados que nunca. Hay un psicólogo que habla de la banalización de la violencia, la violencia como parte de un entretenimiento", aclaró.
El hecho abrió un debate sobre si los adultos deben o no revisar el celular de sus hijos y en una encuesta que #JuanitaReportera hizo a través del Instagram de Sin Galera el sí superó al no por 63 votos sobre 203 emitidos.
"Cuando uno como papá siente que la integridad de sus hijos se ve afectada, actúa. No es ser Policía, es adolescente monitoreado, es generar anticipación y un clima de confianza. Eso en mi casa existe y por eso estas cosas se hablan y se llevan al lugar donde se deben llevar, se paran en el momento indicado porque después se preguntan dónde estaban los padres, bueno acá estoy como mamá. Si mi hija está perjudicada física o psicológicamente yo actúo, son menores de edad", dejó en claro la docente.
Por último, Gabriela relató que a los padres de las chicas que le hicieron bullying a su hija no los conoce y que no prefirió hablar con ellos y "exponerse" porque "la sociedad está muy compleja" y en la Justicia se sintió "segura".
"Yo considero que los chicos deben ser monitoreados, no perseguidos, estas cosas pasan y después nos preguntamos qué hacen los adultos. Hay patrones que te indican en al acoso y esto no se trata de sin los padres son buenos o malos padres porque a veces por otras cuestiones se pierden de hacer algunas cosas", cerró.