Una granada de la Primera Guerra Mundial apareció entre la chatarra
La familia García se sorprendió al encontrar, entre los rezagos de una entrega, un objeto que particularmente llamó su atención, lo cedió al grupo que trabaja en el Museo Paleontológico y se supo que se trataba de una granada de la Primera Guerra Mundial.
Los propietarios del depósito de compraventa de metales “El Flaco” que funciona en 3 de Febrero 3.800, donde termina la avenida, trabajaban seleccionando metales entre la chatarra de un cargamento recién recibido cuando hallaron algo que les llamó la atención y lo apartaron.
Carlos García y sus hijos se dedican hace años a esta actividad y son conocedores de los elementos metálicos que reciben o adquieren como chatarra para su reventa.
El objeto hallado les llamó mucho la atención por su forma, tamaño y antigüedad. Comprobaron que en su cavidad no contenía ningún elemento peligroso, la pulieron para quitar el óxido que la cubría y no dudaron en consultar con los integrantes del Grupo Conservacionista de fósiles.
Allí comenzó la investigación e intercambio de datos con especialistas hasta llegar a la conclusión de que se trataba de una granada de guerra.
La primera consulta tuvo como destinatario al Capitán de la Policía de la Provincia (RE) Ariel Tisera, experto armero y de gran experiencia en el análisis de armamento antiguo, quien certeramente informó sobre el elemento.
“Es una pieza que ya ha sido totalmente desactivada y vaciada con anterioridad, por lo que no representa peligro alguno y ya se considera una pieza de museo", detalló.
Estas granadas eran llamadas “bombas de estoque”, porque tenían un detonador que se accionaba por golpe. Eran de fabricación alemana y fueron utilizadas por primera vez por el ejército austro-húngaro. Poco tiempo después, las adoptaron los españoles y las utilizaron en la Guerra Civil.
“Fueron construidas por la AEG (Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft o Sociedad General de Electricidad, Berlín), firma dedicada a producir granadas y espoletas durante la Primera Guerra Mundial”, detallaron.
También se confirmó que fue construida en la década de 1910 y que está totalmente desactivada.
El objeto mide 28 cm de largo, 8 cm de diámetro y pesa alrededor de 1,6 kg. Formará parte de la colección que se expone en el Museo Paleontológico
El Grupo Conservacionista de Fósiles hizo público el agradecimiento de la familia García, que con gran criterio entregó la granada para conocimiento de todos a través de ellos, como así también, al Capitán Tisera por la amabilidad en revisar el material y transmitir los pormenores de su historia.
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