Una ensaimada mitad éxito, mitad protesta
La Fiesta de la Ensaimada estuvo colmada por el público sin poder escapar del escándalo económico que sufre el municipio. Visitantes, protesta, y hasta la recomendación para que no hable Guacone entre tortas mallorquinas y sobresadas.
En 2003 el gobierno municipal de Mario Barbieri decidió, junto a las autoridades de la Agrupación Mallorca que era tiempo de celebrar el origen de uno de los productos más típicos de nuestra ciudad y empezaron a pensar en una muestra que, originalmente se desarrollaría en el Club Los Andes, pero que por problemas que casi frustran su lanzamiento se hizo, con un gran éxito en el Paseo Público. Así nació la por entonces “Fiesta de la Ensaimada Mallorquina”, hoy, con título bien ganado en el calendario nacional.
Desde el principio quedaron establecidas dos cuestiones, el éxito y la habilidad de las autoridades que han pasado por la entidad sin fines de lucro para escapar y adaptarse a problemas políticos partidarios de toda índole. Apoyos, gastos, reuniones con decenas de funcionarios municipales, provinciales, nacionales y hasta del Gobierno de Baleares, que originalmente aportaba dinero y en la actualidad ya no lo hace por la crisis que azota a España. Los mallorquines locales sin embargo, han seguido adelante a pulmón sorteando obstáculos y logrando, sin lugar a dudas convertir a esta, en una de las fiestas de mayor peso en el calendario local. Este año, sin embargo, fue un capítulo aparte.
El Gobierno de Pablo Guacone enfrenta uno de los paros más largos en la historia política local desde el retorno de la democracia y eso se notó este fin de semana. “Hasta último momento tuvimos miedo de que no se hiciera” (la fiesta) sostuvieron autoridades de la Agrupación Mallorca, y es que los empleados municipales siguen con su medida de fuerza por la incertidumbre de pago de sus haberes y eso complicaba el armado de la infraestructura, la limpieza del lugar, el control del tránsito, entre otros aspectos a tener en cuenta. Ni hablar del dinero y el apoyo que podía dar el estado local a la celebración, más allá de las gestiones y pagos menores, ya que plata no hay. Sin embargo, cualquiera podría darse cuenta que suspender la emblemática festividad, en un fin de semana largo, con mucha presencia de turistas y sin mayores atractivos, iba a ser aún más perjudicial para el primer mandatario local, así que las castañuelas y las ensaimadas salieron a escena, los empleados municipales también.
Durante todo el festejo mantuvieron “una carpa” en el lugar, con pancartas que reclamaban y hacían saber su reclamo a locales y turistas y cada vez que podían, hacían oír su mensaje. Así fue en la presentación de “Oscar y Gaby” del domingo a la noche. El dúo cerraba su show con el éxito de Karina “Fuera” y los trabajadores en huelga adaptaron el coro que dice “fuera, fuera, fuera vanidoso, fuera, fuera, fuera mentiroso” y le gritaron al jefe comunal: “fuera, fuera, fuera de San Pedro, fuera, fuera, fuera mentiroso” y los gritos llegaron a los oídos de los organizadores y del mismo Guacone. El Intendente se encontraba en esos momentos a un costado del escenario de la fiesta, pero ya no podría hablar. Altas fuentes municipales aseguraron que el Jefe Comunal quería hacer uso de la palabra en el Paseo Público, pero allegados y funcionarios “le recomendaron” no hacerlo porque obviamente sabían que despertaría la furia y enojo de los municipales y los silbidos y cánticos públicos ante un espacio lleno. “Dos veces el mismo día sería mucho” dijeron algunos funcionarios, porque esa misma mañana un vecino de Santa Lucía ya lo había increpado en el acto de conmemoración de la muerte del General San Martín.
Un éxito que se consolida
Es importante destacar la labor que realiza la Agrupación Mallorca. Por 12 años consecutivos organizan la Fiesta Nacional de la Ensaimada que este fin de semana ha demostrado que se volvió un clásico en el calendario turístico. Durante los tres días de duración miles de sampedrinos y turistas pasaron por el festejo que ofreció no sólo el postre típico mallorquín, sino también delicias baleares y actividades para toda la familia. Con una impecable organización, la entidad se mostró feliz por el resultado, vendieron centenares de ensaimadas y casi todos los platos que ofrecían. Además recibieron la visita del Director provincial de Fiestas Populares quien se fue encantado de la ciudad por su realización, prometiendo el apoyo de la provincia para el próximo año.
La Toldería
Más allá de la voluntad de los mallorquines, el Paseo Público descuidado y carente de servicios se ofreció a la vista con la desprolijidad propia de carpas, gazebos y hasta vehículos gastronómicos sin control. El aspecto no ayuda y los puestos ambulantes se emplazan sin contemplar estética y limpieza. Una asignatura que habrá que modificar o copiar de otras organizaciones para que la calidad de la muestra no se vea empañada por “La Toldería” que ya no es de los artesanos sino de quienes ofrecen cualquier tipo de mercadería.