Una discusión de casi 70 años
Las dificultades que tiene un grupo de pequeños empresarios para la compra de un terreno con destino de Parque Industrial son conocidas en la ciudad. Una publicación del año 42 relata una situación similar.
El Parque Industrial que soñaron veinticinco emprendedores hace un año y que la pereza gubernamental y la especulación inmobiliaria impidieron desarrollar está por estos días, luego de que el tema fuera tapa de La Opinión, en una nueva etapa. Se han sumado tres pequeños empresarios interesados en ser parte del proyecto y se están viendo terrenos de entre cuatro y veinte hectáreas que podrían servir para que finalmente se lleve adelante el anhelado sueño de tener un Parque Industrial que genere trabajo genuino directo e indirecto y de pequeños capitales sampedrinos.
Los sectores políticos en campaña para el 28 de Junio también hicieron saber que la noticia los movilizó. Los vinculados al proyecto no paran de recibir invitaciones a reuniones políticas de todo tipo y hubo hasta un convite a participar de un proyecto de Parque Industrial que estaría desarrollando uno de los partidos en pugna.
El Gobierno Municipal también se hizo eco. El Secretario de Gobierno, Juan Almada, defendió la actuación de su Gobierno, diciendo que se habían puesto a disposición de los integrantes del proyecto para que una vez adquirido el terreno poder trabajar sobre la apertura de los caminos internos, hacer llegar los servicios necesarios y encuadrar el proyecto en la Ley Provincial de Promoción Industrial, que contempla exenciones tributarias.
Ahora, los integrantes del proyecto relatan que además de ser invitados a reuniones partidarias de todo color, se los invita a diario a diversas reuniones desde el Municipio, pero sin llegar a plantear lo que en realidad necesitan, que es la posibilidad de acceder a un terreno para comprar entre los ahora veintiocho miembros que están dispuestos a desembolsar 10.000 dólares cada uno para ello.
Más por menos
Los integrantes del proyecto Parque Industrial trabajan distintos productos que van desde matrices de plástico a aberturas de aluminio, pasando por juguetes de madera, alpargatas y zapatos artesanales, carpintería, cerámica…
Están viendo terrenos que podrían llegar a cumplir con las condiciones necesarias para el proyecto. Cuanto más sean los integrantes que estén dispuestos a invertir en la compra, más barato saldrá el lote que necesitan. Para quienes deseen interiorizarse del proyecto, pueden hacerlo vía e-mail a [email protected].
Historia repetida
En un número de la revista San Pedro, que dirigía Dario Saliva, bajo el título “industrialicémonos”, un artículo aborda el tema de la ausencia de proyectos industriales en la ciudad. “Todos recordamos unánimemente en que la tierra en sí ya ha hecho mucho por el progreso de nuestro San Pedro. También todos pensamos que ya debemos hacer algo para que San Pedro salga de ese pozo en el cual está desde que los productos bases de la tierra sampedrina, maíz y lino no tienen precio y carecen de compradores”, dice el artículo y sentencia: “Sabemos que la radicación de industrias en San Pedro alejaría el fantasma del hambre de muchos hogares obreros”.
El texto, escrito hace más de setenta años, es revelador para pensar la situación que se plantea ante el proyecto de estos veintiocho pequeños emprendedores sampedrinos: “Conocemos un caso en que un señor propietario valorizó en una cantidad exorbitante unos terrenos abandonados, en los cuales proyectaba instalarse hace algunos años una pequeña industria”, relata el artículo de la revista San Pedro, que gentilmente acercó a esta redacción el vecino Fernando Chiodini, que cultiva en la web el blog sanpedrohistorico.blogspot.com, donde publica asiduamente historias de la ciudad de antaño.