Una digna empleadora
Hola gente de La Radio, mi nombre es Gricelda Wiengreen. Tuve una salida al aire, hablando con Lili, sobre el incendio de una casita prefabricada (en calle Petrona Simonino entre M. Iglesias y Sto. Selada), del que resultó damnificado un matrimonio. Fernanda Soler y José Giménez, de 31 y 33 años, quienes hace unos meses habían llevado sus pertenencias, puesto que alquilaron dicha casita a un señor. Giménez trabaja para una empresa de máquinas cosechadoras, por lo tanto viaja a distintos lugares, dentro y fuera de la provincia, durante la época de trilla del cereal. Justamente el sábado, cuando ocurrió el incendio, él estaba en la localidad de 9 de Julio. Soler trabaja como empleada doméstica en mi casa. El incendio se originó en un enchufe de la instalación eléctrica, que le llevaba corriente desde la casa del dueño, que abastece a cuatro viviendas más. Los peritos de la policía de San Nicolás, corroboraron dicho desperfecto, como causa del incendio. La instalación era de cables muy finos, no tenía disyuntor ni llave térmica. Al igual que las otras viviendas. Esta pareja perdió absolutamente todo. Y lo más triste es que de todo tenían dos: Por ejemplo, dos heladeras, dos lavarropas, dos cocinas, muebles, ropa, documentación, etcétera. Además de dinero que tenían guardado en un mueble. Pasaron dos noches durmiendo en el auto vigilando que no destruyeran las evidencias, puesto que el dueño de la casa, no así del terreno, que es fiscal, quería limpiar todo y armar rápidamente algo para que no usurparan el lote. Además de insinuar que le reintegraran el valor de la vivienda. Esta pareja, alquiló de buena fe, por $ 180 mensuales, algo que terminó convirtiendo todos sus proyectos en una pira. Lo irónico es que ella esperaba que él llegara la semana próxima para ir a hacer el seguro con el Banco Río. Yo les pido, si pueden reiterar, una y otra vez, el pedido de una casita prestada por unos meses, hasta que ellos se repongan y puedan afrontar un alquiler. O algo para alquilar muy barato y sin muchos requisitos. Además de todo lo que puedan colaborar los oyentes, desde ropa hasta electrodomésticos. Me disculpo por lo extenso, pero fue muy conmocionante lo de estas dos personas que viven esforzándose para mejorar, sin esperar que les regalen nada, por el contrario, trabajando a destajo para hacer una diferencia. Sencillamente, se merecen una ayuda para superar este desastre y poder seguir adelante. Les agradezco todo lo que puedan hacer por ellos. Gricelda Wiengreen