Una denuncia penal contra Fernando Espíndola puso en la mira el accionar del sindicato de Camioneros
Un camionero fue a Fiscalía a denunciar que el referente del gremio digita quién trabaja y quién no, que tiene como modalidad habitual “apretar” y pedir “coimas” a empresarios del transporte, que tiene un patrimonio que no puede justificar con sus ingresos y hasta lo acusó de estar relacionado con el mundo de las drogas. Prefectura allanó la despensa familiar del exconcejal del Frente Renovador, quien envió una carta documento al chofer para que se retracte. A La Opinión le dijo que hace “sacrificios para progresar”.
El Sindicato de Choferes de Camiones, más conocido como “de camioneros”, que a nivel nacional conduce desde hace décadas Hugo Moyano, quedó envuelto en una polémica de alto voltaje tras la denuncia de un chofer que aseguró haber trabajado al lado del referente local del gremio, el exconcejal del Frente Renovador Fernando Espíndola, y dejó expuesta en Fiscalía una serie de acusaciones que abarcan diversos delitos que la Justicia comenzó a investigar de inmediato.
Enriquecimiento ilícito, aprietes a empresarios para el cobro de coimas, amenazas de muerte, armas de fuego y hasta cuestiones relacionadas con las drogas forman parte de lo que la fiscala Viviana Ramos tiene en proceso de investigación.
No es la primera vez que un sindicato se ve envuelto en una causa de estas características. Tampoco es la primera vez que la denuncia apunta a los hombres de Moyano. En San Pedro, hasta ahora, nadie había expuesto en un expediente judicial lo que muchos dicen off the record pero no se animan a dejar asentado ante la Justicia.
Con los mejores salarios y uno de los convenios colectivos más favorables, los trabajadores representados por el Sindicato de Camioneros guardan una fidelidad que según el chofer que denunció a Espíndola se traduce en silencio.
Entre los empresarios, al menos dos decidieron dejar la actividad relacionada con el transporte y en el ambiente aseguran que lo hicieron cansados de tener que “negociar” con el gremio en términos que no siempre están dentro de lo escrito en la legislación vigente.
La denuncia destapó una olla cuya profundidad se desconoce. Cuánto de lo que allí se dejó expresado es verdad y podrá probarse dependerá de la tarea de Fiscalía y de los elementos que puedan aportarse a la causa. Mientras tanto, la actividad quedó en la mira y el sindicato de Camioneros, una vez más, bajo sospecha.
Espíndola, además, enfrenta una causa por abuso sexual que interpusieron sobrinas de él que lo acusaron de haberlas sometido cuando todos eran adolescentes, expediente que tramita en el fuero juvenil porque el imputado era menor cuando ocurrieron los hechos.
Un chofer que se animó a hablar
Hace diez días un camionero llegó a la redacción de La Opinión enojado con el titular del sindicato en San Pedro, Fernando Espíndola, porque, aseguró, un empresario no le daba trabajo por orden de él. Su relato parecía verosímil pero carecía de respaldo. Lo que contaba eran situaciones que podrían configurar delitos. Por eso fue a Fiscalía.
El camionero se llama Horacio Ortega y en el ambiente lo conocen como “Mamateta”. Según sostuvo –su aseveración fue ratificada por testigos del barrio donde él y el referente del sindicato viven– supo ser ladero de Fernando Espíndola en el gremio. Hasta que la relación se rompió. Ortega dijo que mientras ese vínculo duró vio muchas cosas y hasta aseguró que podrá aportar pruebas a la Justicia al respecto.
Su decisión de denunciar no está relacionada con ninguna vocación de mártir: fue a pedir trabajo y no le dieron. Él cree que por orden de Espíndola, a quien le fue a pedir que interceda y le dijo que no podía hacer nada. El propio sindicalista contó esa versión y sostuvo que su tarea no es colocar personal en las empresas, aunque Ortega –y otros, por cierto– aseguran que sí tiene ese poder.
Ortega dijo que como “colaborador” de Espíndola lo acompañaba “a las reuniones en Buenos Aires y a las empresas, donde él bajaba a hacer sus arreglos, sus cosas”. Consultado sobre esas “cosas”, sorprendió y acusó a Espíndola de “coimear a las empresas”.
Denuncia y allanamiento
“Fernando Espíndola es una persona que aprieta y coimea a los empresarios locales”, dijo el denunciante ante un instructor de la Fiscalía 11 que conduce Viviana Ramos, quien solicitó un allanamiento en la despensa del sindicalista de Camioneros, procedimiento que cumplió personal de Prefectura Naval Argentina el jueves.
Un importante despliegue se vio ese día, en una de las siestas más calurosas del verano, en Facundo Quiroga al 1400. Dos patrulleros de la fuerza naval cortaron la circulación de Quiroga entre Cruz Roja y Hermanos Indios. Un grupo de efectivos ingresó al domicilio para cumplir con la orden de allanamiento emanada desde el Juzgado de Garantías Nº 3 de María Eugenia Maiztegui. El procedimiento lo encabezó Prefectura porque en su denuncia Ortega dijo que Espíndola también cobraría “coimas” de la policía en función judicial, la DDI.
El personal de Prefectura secuestró elementos de interés para la causa, que tiene como eje la denuncia sobre los presuntos pedidos de coima a los dueños de empresas en las que tiene injerencia el sindicato de Camioneros pero que además puso el acento en el crecimiento patrimonial del sindicalista acusado
Las sospechas sobre presunto enriquecimiento ilícito que aparecen en la causa señalan que el referente de Camioneros y exconcejal suplente del Frente Renovador tiene bienes que no podría justificar.
“Posee varias propiedades, un auto 0km cada hijo, una embarcación de gran tamaño, una camioneta y una motocicleta de gran valor” y “no posee ingresos” suficientes “para adquirir ese tipo de bienes”, aseguró el denunciante en la causa que investiga la fiscala Ramos.
“La modalidad es solicitarles a los empresarios que no tomen trabajadores, salvo los que él desea que ingresen, quedándose con rédito económico por estas operaciones”, aseguró en su presentación en Fiscalía y nombró a varias empresas locales a las que, según denunció, Espíndola pediría “coimas”.
Desde la UFI 11, Viviana Ramos confirmó a La Opinión que el allanamiento fue solicitado por su Fiscalía “en el marco de una causa por amenazas”. La persona que denunció a Espíndola por “coimear” a las empresas dejó asentado luego que su vida “corría peligro”.
En la búsqueda de armas de fuego, se llevaron un viejo pistolón. También allanaron un rancho en la isla, sin éxito en cuanto a armas pero también respecto de una de las acusaciones que hizo Ortega, relacionada con presuntas plantaciones de marihuana.
La palabra de Espíndola
“Yo no tengo colaboradores, yo no soy dueño del gremio ni mucho menos, el secretario general es Cabaleyro y yo soy un delegado, nada más, yo hago mi trabajo, tengo un negocio, hago sacrificios para progresar y darle estudios a mis hijos, la verdad es que no sé”, dijo a La Opinión el referente camionero antes del allanamiento y agregó: “Si tiene pruebas, que cuente lo que quiera”.
Luego del procedimiento, dejó todo en manos de su abogado, Mauricio Gugger, quien al cierre de esta nota recién tomó contacto con la causa.
Ortega recibió el lunes una carta documento. Allí, Espíndola le pidió a Ortega que “rectifique sus dichos” porque “han dañado y afectado” su “personalidad, buen nombre y honor”. De la misma manera, le pide que “se abstenga de referirse” a él en los mismos términos en los que habló en el video publicado por este medio.
Espíndola consideró que las palabras de Ortega hacen que “luzca como un delincuente, chantajista, autor de delitos y demás agravios que afectan hondamente” su “buen nombre y honor”.
Ortega, que volvió a denunciar amenazas, informó que analizaba responderla, tarea que, dijo, hacía con su abogado, lo que da cuentas de que ahora tiene representación legal que lo acompaña en sus denuncias a Espíndola.
A la espera
de otros testimonios
“El tipo está cubierto por todo, sé todo lo que hace, cómo trabaja, con quién se maneja y cómo se maneja”, dijo y aseguró: “Hay un montón de gente que no puede hablar, que tienen miedo, lo conocen, saben lo que es esta persona, él deja a todo el mundo sin trabajo cuando quiere como quiere y mete a la familia de él”.
El camionero aseguró que todo lo que denunció en Fiscalía lo expuso ante referentes nacionales del sindicato. “Estoy esperando una respuesta porque todavía no me contestaron a lo que yo les dije de que tengo pruebas suficientes para saber lo que es Espíndola, yo hablé con ‘El Indio’, la mano derecha de Moyano, que él me dijo que iba a hablar con Moyano y le iba a pasar todo. Lo raro de esto, es que yo hablo y hablo pero nadie te escucha”, se quejó.
La denuncia de Ortega inscribe un nuevo capítulo en la larga saga de sospechas que pesan desde hace décadas sobre el sindicato de camioneros. Es una de las más importantes que se conocen a nivel local. Si todo lo que dice es cierto, debería haber muchas otras voces que puedan expresarse para respaldar sus acusaciones. Que se animen a contarlo ya es otro episodio. Hasta ahora, todo lo que hay son acusaciones que deberán ser sometidas al cedazo de la aparición de pruebas para que no queden en meras palabras.