Una burla para la Policía Científica
Son los agentes que relevan pruebas cada vez que sucede un hecho. Su participación es fundamental para el esclarecimiento de los delitos. Sin embargo, son apenas tres personas, un móvil, una serie de elementos comprados gracias al aporte de privados y una oficina que nadie oficializa. Una burla.
Durante la reunión que esta mañana tendrán el Foro de Seguridad y el Centro de Comercio con los integrantes de la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante se hablará mucho sobre la Policía Científica, el área que tiene a su cargo la recolección de pruebas en los lugares donde se cometieron los hechos que luego investiga Fiscalía.
En San Pedro la Científica está presente hace tres años, cuando luego de una serie de hechos graves desde la central San Nicolás decidieron destinar personal para que no hubiera que esperar una hora de viaje desde esa ciudad.
Sin embargo, las demoras existen, como sucedió en un robo en el que la víctima esperó alrededor de 30 horas. Es que el equipo que coordina el subcomisario Julio Franco está compuesto por él y dos mujeres para cubrir con un móvil toda la extensión de los partidos de San Pedro y Baradero, y a veces hasta Arrecifes y Capitán Sarmiento. Una burla.
Su tarea es relevar la pericia en el lugar, redactar el informe correspondiente y llevarlo a Fiscalía. Trabajan con régimen de 24 horas de guardia por 48 libres, que son las que usan para asistir a sus compañeros que no dan abasto.
Cuando llegaron no tenían lugar asignado y estaban en el Destacamento de La Tosquera. De allí se fueron luego de algunos “inconvenientes”. Les habían ofrecido el salón comunitario del barrio Villa Igoillo pero les quedaba chico, por lo que hasta hace poco andaban con los elementos para el trabajo arriba del móvil. Otra burla.
Un empresario distribuidor de gaseosas ubicado en Ruta 1001 les ofreció una parcela y pagar la mano de obra para que, con donaciones de empresas como Corblock, Prear y otras, construyeran el edificio de 49 metros cuadrados que ilustra esta nota. Sin embargo, todavía no fue oficializado. Más burlas.
Desde la camioneta y el fichero con que la Científica llegó a San Pedro, lograron en estos tres años comprar una gran cantidad de elementos gracias a aportes de vecinos y empresas, algunos de ellos –como cámaras fotográficas, indispensable para su tarea– los compraron a crédito en una casa de electrodomésticos. El colmo de las burlas.
Durante la era Guacone, el Municipio les daba combustible, entrega que de la mitad se redujo a cero. En la actualidad, según explicó el presidente del Foro de Seguridad, deben pagar ellos mismos reparaciones e insumos para el único vehículo que poseen, una camioneta de las que entregó León Arslanian –acaso el Ministro que más se preocupó por la Policía Científica y que mejor los controló–, que está por cierto en mejores condiciones que cualquier otro móvil policial porque lo cuidan como oro.
El expediente para la oficialización de la base de Científica en San Pedro por el que irán a reclamar hoy el Foro y el Centro de Comercio duerme en San Nicolás. Su aprobación implicaría asignación de recursos y sólo llegará si hay voluntad política, como podrían llegar más efectivos de los tres que hay, como por ejemplo alguno de los 40 formados en la especialidad en la escuela descentralizada de Ramallo, que fueron a parar a Zárate y Campana a pesar de la promesa de que trabajarían en su ciudad de origen.
El Ministro Granados está al tanto del tema y el propio Giovanettoni se lo recordó las veces que dialogaron personalmente y por teléfono. Oficializar esa base construida en Ruta 1001 implicaría nada menos que la creación de la División de Policía Científica San Pedro – Baradero.