Un segundo de distracción… una vida arruinada, años de recuperación
Soy una ciudadana que andaba tranquila en mi bicicleta, por las hermosas calles sampedrinas. Me dirigía a comprar un elemento que necesitaba mi nieta, cuando una señora de muy avanzada edad, no pudo mirar para atrás al bajar de su vehículo y de un portazo me arrojó al medio de la calzada, provocándome fractura de cadera, fémur, desplazamiento de clavícula y casi fractura de los nudillos de la mano derecha. El 14 de Julio hizo 2 meses de esto, que para mí es una gran tragedia y quiero compartirlo para que la gente tome conciencia: tanto quien maneja un vehículo como quien circula en rodados menores. Ya llevo 2 operaciones y me espera una eterna rehabilitación, yo agradezco estar viva, pero ya no voy a ser la de antes. Mi pierna no va a quedar bien, aunque me recupere. Ya no voy a poder andar en bicicleta por ejemplo, y además el miedo de circular es terrible. Quiero llamar la atención “de a quienes”, se les permite circular, personas cuyos reflejos quizás, no son los mismos. Y alertar a todos, de que esto además de lo físico, no se imaginan lo que significa burocrática, legal y ECONOMICAMENTE. Por último mis más sinceros agradecimientos a Facundo Juliano, a la oficial Mariela Bustamante, la guardia del Hospital San Pedro, sus enfermeras y médicos; ambulancia de la Coopser, al Dr. Dante Ibáñez y a los choferes Martín y Morelo, al inspector de tránsito Luis Caramún y Patricia Pujol, a mi vecino Eduardo Gil que cuidó mis pertenencias, y por último a familiares y amigos que aun siguen estando a dos meses del accidente. A la Diputada Patricia Roca, y a mi gran amigo Dr. Pablo Zemme. Norma Corvalán L.C.: 5.672.413