Un sampedrino en el rompehielos Irízar
La nueva misión antártica del Rompehielos Almirante Irízar, que ayer zarpó del puerto de Buenos Aires, tiene en su tripulación a un joven sampedrino. Bernardo Spago viaja, por segunda vez, al continente blanco y durante el 2007 participará de dos campañas más al mismo destino. El viaje tiene como objetivo, transportar a quienes trabajan en las distintas bases antárticas y entregar las provistas necesarias para afrontar el crudo invierno.
Desde ayer, el Rompehielos A.R.A. “Almirante Irízar” navega con dirección a la Antártida para cumplir con una nueva misión, pero la particularidad de este viaje está marcada porque dentro de la tripulación está, el sampedrino, Bernardo Spago.
El joven Guardiamarina de 24 años, visitará por segunda vez el continente blanco para cumplir con las misiones especiales encomendadas por la Armada Argentina.
El rompehielos zarpó de la Dársena «E» del Puerto de Buenos Aires y durante el viaje de cuatro meses pasará por las bases antárticas Esperanza, Jubany, San Martín, Primavera, Orcadas, Cámara, Petrel, Decepción, Melchior, Brown, Marambio y Matienzo.
Como ocurre todos los años, el Irízar transporta los relevos de quienes pasan largos períodos en el sur del continente cumpliendo tareas científicas y de investigación. También lleva las provisiones que servirán para quienes habitan en la Antártida, afrontar los rigurosos inviernos.
En esta oportunidad el buque navega con una tripulación de 135 hombres, más 45 pasajeros y dotación aérea embarcada. Spago ingresó a las fuerzas luego de finalizar sus estudios en la Escuela Técnica Industrial, donde cursó la especialidad en Química.
Esta es la tercera misión especial que emprende y la segunda a la Antártida. Con anterioridad, en el 2004 también formó parte de la tripulación del rompehielos y en 2005 durante 4 meses navegó por el Pacífico desde Chile hasta los Estados Unidos.
“Le apasiona lo que hace”
Su mamá, Silvia, fue quien con orgullo escribió a La Opinión para contar que su hijo formaba parte de la tripulación del Irizar cuando por La Radio escuchó la inminente partida. “No lo voy a tener por cuatro meses y tampoco estará para las fiestas, pero sabemos que es locura lo que siente por lo que hace; estamos orgullosos de su carrera”, comentó Silvia a este medio. Para el primer viaje fue seleccionado entre cientos de cadetes y solamente unos pocos, pudieron ser parte de la misión. Estuvo entre los seis privilegiados en subir al Irízar y pese a que las comunicaciones fueron escasas, pudo enviar mails y realizar esporádicos llamados para comentar sus vivencias a la familia. Hasta el año pasado cumplió funciones en la base de Mar del Plata y este año fue traslado a Buenos Aires. Desde ese momento su casa fue el rompehielos que solamente dejó los fines de semana para viajar a San Pedro. Al menos que se conozca, Spago es el segundo sampedrino en tripular el “Almirante Irizar”. En Junio de 2002, Fabián Ramallo formó parte de la misión de rescate del buque alemán Magdalena Oldendorff y a sus 107 tripulantes, que quedaron varados en medio del hielo.