Un pedido para que De Ruba pase al Ministerio de Defensa
Una copia de solicitud de traslado del ex Director de Modernización de la Municipalidad de San Pedro, firmada por el Dr. Ignacio Abel Palacios de la Dirección Nacional de Tránsito Aéreo de la cartera que conduce Julio Martínez como integrante del gabinete de Mauricio Macri circuló en las últimas horas. El joven que no pudo acreditar su título de abogado tuvo que renunciar a pedido de la gestión de Cecilio Salazar.
“Hubo un error con el número de legajo”, se defendió De Ruba cuando La Opinión publicó el pedido de renuncia al cargo de Director de Modernización que asumió el 9 de diciembre de 2016 con amplio respaldo de todos los sectores de la alianza Cambiemos y tras el reiterado rumor sobre la inexistencia de su título de abogado.
Corrían los primeros días de enero cuando la verdad salió a la luz y también muchos de los anticipos respecto de la falta de veracidad de los anuncios que hacía incluso ante el propio Jefe Comunal y su superior inmediato Mario Sánchez Negrete con el respaldo del gabinete en pleno. No era una cuestión del Pro, ni de radicales, ni de peronistas en Cambiemos, sino una situación que arrastraba desde que en una sesión del Concejo Deliberante recibiera la bendición de sus correligionarios Mario Barbieri y Sergio Rosa, cuando presuntamente había terminado su carrera en la Universidad de La Plata. El certificado nunca apareció, pero la firma del funcionario siempre iba acompañada del sello que decía Dr. Leonel De Ruba.
Desde entonces y hasta el martes 22 de febrero nadie tuvo noticias sobre el destino del agente municipal que minimizó el funcionamiento de las alarmas antipánico, anunció turnos e historias clínicas digitales en el hospital, invitó a la población a participar de un mapa interactivo digital, anunció la puesta en marcha del wi fi gratuito e incluso alzó en sus manos un celular para mostrar ante funcionarios, medios de comunicación e intendentes de otras ciudades el modo en que desde ese momento se establecería la comunicación directa entre gobernantes y gobernados.
Ante varias consultas de La Opinión sobre la veracidad del texto de una carta dirigida a Salazar solicitando la asignación de De Ruba para un cargo en el ámbito del Ministerio de Defensa, no hubo quien ratificara el destino que tendrá el empleado al que se le sigue abonando un sueldo por su tarea con presupuesto del municipio de San Pedro.
Para controlar el tránsito aéreo
Cuando se conoció el contenido de la solicitud enviada a Cecilio Salazar con un escudo del Ministerio de Defensa, los responsables de su desempeño comenzaron a pensar en “una broma”. Uno de los párrafos del pedido para que Leonel De Ruba pase a trabajar en el ámbito del Ministerio de Defensa y que está firmado por el Dr. Ignacio Abel Palacios, con el sello de la Dirección Nacional de Control de Tránsito Aéreo, dice textualmente: “Motiva dicha solicitud, la importancia que sería de dotar a esta Dirección, de personal de las características solicitadas con el mencionado”. Ni más ni menos que un reconocimiento y ascenso para quien durante doce meses mantuvo conductas que resultaron inexplicables paraquienes pertenecen al círculo de poder donde, día a día, llegaba con nuevas iniciativas con las que solía convencer incluso a los más avezados.
De dónde salió la carta
La Opinion consultó al funcionario firmante del pedido de apellido Palacios, pero nunca ofreció respuesta. Sin embargo se supo que pertenece al sector de la Unión Cívica Radicalque integra la alianza del gobierno nacional y que por ello desembarcó en la Dirección Nacional de Tránsito Aéreo. Es una persona a la que probablemente conozca por su condición de ex presidente de la juventud de su partido. Quienes comenzaron a difundir la copia sostienen que fue el propio De Ruba quien se ufanó del nuevo nombramiento y reprodujo la misiva que no tiene número de expediente ni resolución.
De allí en más, sólo pudo confirmarse que no hubo ingreso oficial del pedido al municipio pero que Salazar ya dio instrucciones precisas respecto a que no será con fondos de los sampedrinos con los que se pagará un ascenso o traslado del agente que fue nombrado en el ámbito del Concejo Deliberante y decepcionó en la dirección política que le fue confiada cuando se conformó el gabinete.